ACTUACIONES POLICIALES. Ésta fue una de las más espectaculares que se vivieron en la zona.
Jerez

Un barrio que lucha por su supervivencia

Vecinos de las casitas bajas se sienten inseguros a pesar de las promesas que les han hecho en los últimos años. Afirman que hay al menos una veintena de puntos de venta de droga y piden soluciones

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hablar de San Benito es hacer referencia a uno de los barrios más populares de la ciudad. Desde su construcción ha sido una zona donde sus vecinos han aprendido a sobrevivir sin ningún tipo de apoyo institucional ya que el abandono de las administraciones llegó a ser total. Sus residentes han sido siempre trabajadores que llegaron a enfrentarse (capitaneados por la asociación de mujeres Nueva Ilusión presidida por Pepa Barbadillo) incluso a un intento de demolición de las 300 casas de la UVA, hace ahora seis años, que planteó el entonces alcalde de la ciudad, Pedro Pacheco.

No obstante, el problema que más ha atormentado a las casitas bajas ha sido el fantasma de la droga. A pesar de que en los últimos años parecía que la situación comenzaba a mejorar de forma notable, los vecinos aseguran que «hemos dado un gran paso hacía atrás». Y es que los acontecimientos de la semana pasada han vuelto a destapar las deficiencias de San Benito.

«Ni la rehabilitación integral, ni las promesas han conseguido mejorar la situación de la zona. Vamos a peor y lo que van a conseguir es que nos echen del barrio», asegura Pepa con contundencia. Ella es una de las personas que mejor conoce la realidad de las casitas bajas y por ello se lamenta de que «Pilar Sánchez, se haya despreocupado del barrio. Ella sacó lo que quiso de aquí y se fue. No la hemos vuelto a ver desde que sacó su mayoría absoluta». «Se está comportando como Pedro Pacheco», apostilla otra de las vecinas de la zona.

Desilusionados. Así están en las casitas bajas con la gestión del Gobierno local. «Lejos de haber aumentado la seguridad, ahora mismo nos sentimos abandonados de la mano de Dios. Muchas redadas pero la droga sigue aquí», asevera un vecino que por temor a represalias prefiere mantener su nombre en el anonimato.

El miedo y las amenazas forman también parte de la realidad de este rincón de la ciudad donde a los vecinos no les extraña que un toxicómano se equivoque de ventana y solicite su dosis diaria en la vivienda equivocada. «Nos hemos acostumbrado a esto», recalcan.

Los habitantes de esta zona de la ciudad conocen a la perfección los puntos de venta de droga existentes y aseguran que hay más de una veintena de ellos. Por manzanas cuentan las viviendas que se han transformado con los años en auténticos supermercados para los toxicómanos, a pesar de las redadas que se han sucedido por parte de la Policía Nacional.

Insisten en que las autoridades conocen a la perfección todo lo que allí ocurre y no comprende como «no se ha atajado el problema de raíz». «Hemos visto cómo las patrullas de la Policía han pasado por nuestras calles sin hacer nada», subrayan. Por ello, muchos se muestran cautelosos a la hora de hablar de la futura Comandancia de la Zona Norte que el Ayuntamiento tiene previsto abrir en las casitas bajas. «Si sirve para algo, bienvenida sea, pero mucho nos tememos que sea más de lo mismo», sentencian.

La incredulidad de estos jerezanos se refleja en sus rostros porque llevan años luchando por cambiar las cosas en San Benito. «Aquí hay vecinos muy buenos pero las autoridades están dejando que la droga haga que muchos busquen la forma de abandonar el barrio».

Coches a toda velocidad por las estrechas calles de la UVA, fogatas en plena calle pasada las 22.00 horas o alguna que otra pelea sobresaltan de vez en cuando a los vecinos. No obstante, «queremos a nuestro barrio y seguiremos peleando para que podamos vivir tranquilos».