La Comisión Electoral rusa rechaza la candidatura del único aspirante de la oposición liberal a las presidenciales

La Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia ha rechazado la candidatura de Mijaíl Kasiánov, el único aspirante de la oposición liberal a las elecciones presidenciales rusas del próximo 2 de marzo. La decisión, aprobada en sesión plenaria de la CEC en Moscú, se basa en la detección de supuestos errores e infracciones en las listas de firmas en apoyo de su promoción.

Según el comunicado de la CEC, las infracciones en las listas presentadas superan en más del triple el nivel admitido del 5%. Para ser reconocido como candidato, los aspirantes que no son apoyados por un partido con representación en el Parlamento deben presentar dos millones de firmas en su apoyo.

En el caso de Kasiánov, según la CEC, las infracciones fueron detectadas en el 13,36% de las actas con los apoyos a favor de su promoción.

De este modo, en la carrera electoral quedan el candidato del Kremlin, viceprimer ministro y favorito de las encuestas, Dmitri Medvédev, el líder comunista Guennadi Ziugánov y el presidente del Partido Democrático de Rusia y líder de la masonería rusa, Andréi Bogdánov, cuyas listas de firmas sí fueron aceptadas.

Acusaciones del opositor liberal

La decisión de la CEC ha llegado poco después de que Kasyanov acusara al Gobierno de Vladimir Putin de tácticas de sabotaje contra su campaña en favor de Dimitri Medvedev, que cuenta con el respaldo del presidente ruso para las elecciones del próximo 2 de marzo.

Las encuestas, todas controladas por el Kremlin, daban a Kasyanov escasas posibilidades de victoria con menos del 1% de apoyo popular.

El ex primer ministro ha advertido de que el país se dirige hacia un "totalitarismo ladronzuelo" donde "la violencia y la dictadura son las principales ideas de este régimen". En un correo electrónico enviado a los medios, el candidato acusa a Putin de estar detrás de la decisión de la Comisión Electoral.

"Este sistema, al igual que el de la Unión Soviética, no permite mejora alguna, ni desde dentro ni desde fuera. A pesar de su aparente estabilidad, terminará colapsándose inevitablemente bajo el peso de sus propios vicios y crímenes", afirma Kasyanov.

"Se equivocan quienes creen que hemos perdido. Pese a todo hemos vencido, pues, al hacer todo lo que de nosotros dependía en la actual situación, hemos mantenido en alto nuestro honor y nuestra dignidad. Nuestra campaña no ha terminado, nuestra campaña acaba de empezar", ha concluído Kasiánov.

Reacciones de la clase política rusa

"En condiciones cuando las elecciones mismas son falsas, es absurdo acusar a alguien de presentar firmas falsas", asegura Serguéi Mitrójin, vicepresidente del partido opositor liberal Yábloko, que no presentó a su candidato de cara a estas presidenciales "para no participar en una farsa". Para Mitrojin, Bogdánov es un "comodín" del Kremlin para dar mayor apariencia democrática a los comicios.

"La decisión de rechazar la candidatura de Kasiánov ha sido política, sin duda alguna", sostine Borís Nemtsov, dirigente de la Unión de Fuerzas De derecha, otra formación liberal opositora que tampoco participa en estos comicios.

También los más destacados defensores rusos de derechos humanos consideraron que se trata de una decisión política.

"Era de esperar que Kasiánov será rechazado. Un hombre que ocupa posiciones independientes e intransigentes no puede ser inscrito como candidato" en Rusia, ha sentenciado Lev Ponomariov, líder del movimiento 'Por los derechos humanos'.

Su colega del Grupo de Helsinki Liudmila Alekséyeva, sostiene que la ausencia de Kasiánov "resta democracia a los comicios", ya que él podría cosechar los "votos de protesta". Mientras que para Mark Urnov, director de la Fundación 'Expertiza' asegura que "a Kasiánov como candidato no le podían temer, pues su apoyo es muy inferior al de Medvédev. Pero sí podría criticar por la televisión, del modo más duro y argumentado, a las autoridades. No lo han admitido por eso".