Jerez

El detenido por el crimen de la calle Ídolos ha confesado su autoría

El juez abre diligencias contra su pareja por un delito de obstrucción a la Justicia Siguen investigando la participación del otro sospechoso que está en libertad

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El joven de nacionalidad ucraniana que se encuentra en prisión por el crimen de la calle Ídolos, Vitali Zaruba, ha confesado ser el autor del asesinato del dueño de la tortillería Poti-Poti, cometido durante el pasado mes de agosto en Jerez. Según ha podido saber este medio, además, el juez ha decidido abrir diligencias contra la pareja de Vitali Zaruba por un posible delito de obstrucción a la Justicia, ya que cuando se le tomó declaración negó haber tenido contacto con él a pesar de que, presuntamente, conocía información relevante para esclarecer el caso, como el paradero en el que se encontraba.

Las mismas fuentes indicaron que el otro sospechoso, que fue detenido y luego puesto en libertad condicional tras personarse voluntariamente y prestar declaración, está siendo investigado para determinar su posible participación en los hechos y comprobar si la versión que mantiene sobre lo sucedido es correcta. De hecho, existen evidencias de que una segunda persona pudo participar en el asesinato.

Los hechos se remontan al pasado 26 de agosto, cuando fue encontrado el cadáver de José Manuel B. M, más conocido como Chema y propietario de un conocido negocio hostelero en la calle Porvera, la tortillería Poti-Poti.

Desde un principio, las sospechas recayeron sobre los dos jóvenes que fueron vistos con Chema en los días anteriores a su muerte.

El pasado 30 de agosto uno de los dos jóvenes ucranianos, que se prestó a declarar de manera voluntaria, facilitó datos de interés en relación a la otra persona, también de nacionalidad ucraniana y presunto autor de los hechos.

Las investigaciones apuntaban entonces a que el autor material de los hechos se había desplazado a la provincia de Barcelona. Fuentes de la investigación aseguraban también que habría llegado a la capital en transporte público y a través de carretera, y que previsiblemente tenía la intención de huir al extranjero por los Pirineos.

Finalmente, fue detenido por la Policía Nacional en la plaza de Cataluña de Barcelona y trasladado a Jerez donde, tras prestar declaración durante varias horas (fue necesario un traductor), el Juzgado decretó prisión incondicional para él.

eesteban@lavozdigital.es