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Tres de los islamistas huidos de Barcelona planeaban atacar en otra ciudad de Europa
El testimonio de un testigo protegido ha permitido a las policías identificar a los 'yihadistas' prófugos Pérez Rubalcaba asegura que los arrestos lograron evitar un atentado masivo en España
Actualizado: GuardarPolicías y servicios secretos de varios países europeos tratan de localizar a tres terroristas suicidas vinculados con la célula islamista arrestada el sábado pasado en Barcelona cuando, según el auto judicial, iba a ejecutar de forma inminente un gran atentado en la red de transportes de la ciudad condal, probablemente en una o más líneas del metro. Los tres suicidas prófugos formarían parte de un grupo yihadista vinculado al desarticulado en Barcelona que pretendía cometer otro gran atentado de forma casi simultánea al de la capital catalana en otro país europeo que podría ser Francia, según fuentes judiciales y de la investigación consultadas.
La información que ha permitido a los investigadores identificar a los tres prófugos y conocer sus planes terroristas procede, al parecer, del mismo testigo protegido que narró a los servicios de inteligencia franceses las terribles intenciones de los diez paquistaníes detenidos en Barcelona, que están en prisión.
La célula también disponía de al menos tres terroristas dispuestos a inmolarse en los atentados, según la instrucción que se sigue en la Audiencia Nacional. Los tres habían llegado a Barcelona entre octubre y diciembre pasado, en distintas tandas, procedentes de Pakistán, el país en el que se supone que se refugia la plana mayor de Al Qaeda, dirigida por Osama Bin Laden. Es el mismo país en el que pasó cinco meses el experto en explosivos del grupo antes de regresar en fechas recientes a Barcelona.
La existencia de suicidas fugados concuerda con las valoraciones que ayer hizo el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se mostró muy cauto a la hora de hablar de las conexiones internacionales del grupo desarticulado en España para no perjudicar el trabajo de otras policías, aunque terminó por reconocer que «sí que las hay».
Las incógnitas
Pérez Rubalcaba indicó que la operación iniciada el sábado está todavía abierta y que la Guardia Civil, la Policía y el servicio de inteligencia español tratan de despejar varias incógnitas: determinar si la célula terrorista tenía ya los explosivos precisos para sus atentados y dar con su escondite, saber si hay más terroristas vinculados a los diez encarcelados y determinar a qué organización pertenecían y si las órdenes de cometer los atentados procedían del exterior.
El ministro reconoció que, a la vista de las pruebas obtenidas, cabe la duda de si los terroristas iban a ejecutar los atentados el mismo fin de semana en el que fueron detenidos, como señaló el testigo protegido, o lo iban a hacer unas semanas después. Sin embargo, fue rotundo a la hora de afirmar que la Guardia Civil ha podido comprobar que se trata de una célula islamista «sólida», con líderes religiosos, expertos en explosivos y miembros dispuestos a inmolarse, y que se preparaba para atentar de forma indiscriminada.
Sí está claro, según el responsable de Interior, que «la operación ha evitado un grave atentado», una masacre al estilo de la vivida en Madrid el 11-M o en 2005 en los autobuses y metro de Londres. «Nuestra experiencia dice que una célula de este tipo tarda muy poco en atentar una vez que empieza los preparativos».
Pérez Rubalcaba se reunió ayer durante más de una hora con Joan Saura, consejero de Interior de Cataluña, para analizar la situación y adelantaron que ellos y las cúpulas antiterroristas celebrarán la semana próxima una reunión para «avanzar en este asunto y reforzar las medidas preventivas ante hechos de este tipo».