El modisto Josep Font supera airoso la «prueba de fuego» de la alta costura en París
Con una fiesta de volantes, encajes y bordados de cristal, el español Josep Font cerró ayer las pasarelas parisinas con su primer desfile de alta costura, una «prueba de fuego», según sus propias palabras, que superó airoso y entre aplausos y bravos.
Actualizado:El diseñador ingresó con este desfile al exclusivo club de la alta costura parisina, en cuya historia marcaron hitos los españoles Cristóbal Balenciaga y Paco Rabanne, pero del que hace mucho tiempo no formaba parte ningún modista ibérico. «Hace años que hago pret-a-porter y hace dos años que lo presento en París. La alta costura era para mí la prueba de fuego», declaró Josep Fons al terminar el desfile.
«Me hacía mucha ilusión este reto, más que nada porque no hay límites comerciales, podía trabajar con muchos medios, sin nadie que me dijera no, o esto es demasiado caro. Es una verdadera libertad», dijo.
En su desfile abundaron las referencias a la cultura del vestido español, volantes, encajes, azabache y madroños, que remiten a veces al barroco, pero hay en él también una osada modernidad en los colores y la estructura de las prendas.
Una falda verde se combina con un top rojo transparente adornado de bordados. Un vestido largo y fluido con estampados negros y amarillos y pechera adornada con bordados de cristal azabache arrancó los aplausos del público. Otro, de talle imperio color marfil enteramente adornado con encajes y recamados se prolonga en una cola de cascada de volantes.
En otros modelos, el negro es total, suavizado por transparencias y ensalzado por bordados. Las materias son nobles, organzas, sedas, algodones, linos, los recamados de cristal omnipresentes.
«Quise dar otra visión del cristal Swarovski, un poco más naif, no tan sofisticada», explico el diseñador. «He puesto en esta colección todas mis obsesiones, el buen trabajo, el buen bordado, el sobrebordado, los efectos de luz, colores muy ocres con un punto amarillo. Combinaciones que a priori pueden parecer absurdas pero que resultan bonitas, creo yo», declaró el modisto.
El desfile de Font fue el último de ayer, día en que las pasarelas parisinas estuvieron reservadas a los diseñadores procedentes del prêt-à-porter, como Lefrac-Ferrant, Alexis Mabille o Jean Paul Knott. / MARÍA CARMONA