Víctimas de Hollywood
La muerte de Heath Ledger a los 28 años por sobredosis se suma al trágico final de Brad Renfro y al suicidio frustrado de Owen Wilson
Actualizado: GuardarEl fantasma de River Phoenix resucita estos días en Hollywood. El actor, fallecido en 1993 a los 23 años, permanecía como icono del astro que -el tópico obliga- vive deprisa y deja un bonito cadáver tras intentar asumir la celebridad con ayuda de las drogas. La figura de Phoenix agonizante a las puertas del Viper's Room, el club de Johnny Depp en Los Ángeles, simbolizó la pérdida de la inocencia de una generación que vio morir en los 90 a otro talento atormentado: Kurt Cobain. Sobre todos ellos sobrevuela el rebelde con causa por excelencia de los pósters, James Dean.
La muerte en extrañas circunstancia el pasado martes de Heath Ledger a los 28 años se suma al anunciado final de otro actor con demonios interiores, Brad Renfro, que apareció muerto el 15 de enero en su apartamento de Los Ángeles. Tenía 25 años. Por si fuera poco, Owen Wilson intentó suicidarse el pasado verano. Todos ricos, famosos y atractivos. Productos de ese Hollywood Babilonia que Kenneth Anger diseccionó sin piedad y que cíclicamente se cobra sus víctimas.
Ledger, el actor australiano que saltó a la fama como el rudo pero sensible vaquero gay de Brokeback Mountain, ha fallecido a los 28 años en un apartamento de Manhattan que le había prestado Mary-Kate Olsen, una de las gemelas de la serie de finales de los 80 Padres forzosos. Una empleada de hogar encontró el cuerpo junto a un frasco de somníferos. Intentaron reanimarlo, pero no lo consiguieron.
A la espera de la autopsia, las autoridades aventuran sobredosis. Su familia prefiere hablar de «muerte trágica y en último término accidental». Hasta el primer ministro de Australia ha lamentado «la muerte de uno de nuestros mejores actores, en la flor de la vida». Ledger jugaba en primera división de Hollywood desde que Brokeback Mountain borró su imagen de galán para consumo adolescente, labrada en títulos como Diez razones para odiarte y Destino de caballero.
Su papel de cowboy enamorado le reportó un Globo de Oro y una nominación al Oscar. El mejor premio de aquel rodaje fue conocer a la actriz Michelle Williams, madre de su hija de dos años, Matilda. Vivían en Brooklyn hasta el verano pasado, cuando trascendió su separación. En una entrevista concedida a The New York Times reconocía su talante depresivo: «Siento como si estuviera perdiendo el tiempo y repitiéndome a mí mismo. Me siento igual en todo lo que hago». La sorpresa de su muerte es mayor al advertir que Ledger nunca había aparecido en la crónica salvaje de Hollywood, más allá de algún encontronazo con los paparazzi..