DESPLIEGUE. Dieciséis policías cerraron las calles de acceso. / IB
CÁDIZ

El Gobierno local realojará a los vecinos de calle Cruces 32

A la segunda fue la vencida. Dieciséis agentes de la Policía Nacional desalojaron ayer a primera hora al pensionista de la calle Cruces 32, Gabriel Jácome. Para frustrar todo intento de que se suspendiera el desahucio, como ocurrió hace una semana con una inquilina de este mismo inmueble, los agentes de policía cerraron la calle a cal y canto a las 9.30 horas de la mañana.

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Un centenar de personas del Foro Social, Izquierda Unida, plataformas vecinales y ciudadanos por cuenta propia acudieron para intentar abortar el desalojo.

Tras la llegada de los agentes judiciales, Gabriel Jacomé, retiró varios enseres de su domicilio y el cerrajero procedió al cierre del inmueble.

La dirigente de Izquierda Unidad, Pepa Conde, manifestó que «es una auténtica injusticia ya que la intención de la dueña es la de declarar el edificio en estado de ruina para poder echar al resto de inquilinos y especular con el solar».

Por su parte, Rafaela Fernández, portavoz del Foro Social, manifestó que «vamos a estar con los vecinos hasta que el Ayuntamiento les encuentre una vivienda donde poder vivir. No los vamos a abandonar».

Respuesta municipal

El equipo de Gobierno se ha comprometido a arreglar este problema. De hecho, el concejal de Vivienda, Antonio Jesús, ha señalado que «ningún ciudadano va a dormir en la calle».

Para ello, técnicos de la empresa municipal de suelo y vivienda están buscando pisos en alquiler para poder realojar a los inquilinos desahuciados. El Ayuntamiento se ha comprometido a que los inquilinos desembolsen la misma diferencia que pagan en calle Cruces 32 y la Concejalía de Vivienda sufrague la diferencia.

Además, como medida de emergencia, los servicios sociales del Área de Bienestar Social han envidado a Gabriel Jácome a un hostal mientras encuentran una solución a su problema. Dentro de dos semanas, se desahuciara a una pareja que tienen un hijo de cinco años. «Nos tendrán que llevar a rastras», aseguraron los afectados.