Psicosis por el 'caso Mariluz'
Mientras indaga tres supuestos intentos de rapto, la Policía atiende a diario llamadas de jerezanos que dicen haber visto a la niña desaparecida en Huelva
Actualizado:El caso de Mariluz Cortés ha estremecido a toda España y a buena parte del mundo. Su desaparición hace diez días está siendo televisada y seguida por los diversos medios de comunicación prácticamente a diario, con el desalentador precedente de Madelaine, la niña británica de la que también se perdió la pista en mayo en el Algarve portugués, o los de Yeremi y Sara, los pequeños desaparecidos en Canarias, por nombrar tan sólo algunos ejemplos. Esta oleada de presuntos raptos, agresiones y demás sucesos sin resolver ha calado hondo en muchos jerezanos, que aseguran haber visto a Mariluz, natural de Huelva, por las calles de la ciudad en los últimos días.
Como han corroborado a este medio fuentes solventes, la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía está recibiendo «muchas llamadas» de ciudadanos que están convencidos de que se han topado con la menor en alguna ocasión. Según estas fuentes, los agentes han comprobado de forma exhaustiva todas las versiones al respecto, que han resultado ser infundadas en el cien por cien de los casos. No obstante, la alarma social ya se ha desatado, alimentada por las dos agresiones sufridas por dos menores en Guadalcacín la pasada semana, más otro intento a una joven menor de edad que tuvo lugar en la tarde del lunes a la salida del IES Fernando Quiñones.
En esta ocasión, la chica salía del centro educativo cuando dos individuos la abordaron e intentaron acorralarla en un callejón cercano. Ella afortunadamente logró zafarse de forma inmediata y se refugió en una vivienda cercana. En cuanto la estudiante se lo comunicó a su familia, su padre se personó en la comandancia de la Policía Local para interponer la correspondiente denuncia, tras lo que los funcionarios le recomendaron que hiciera lo propio en la Comisaría. Como declaró el afectado, los sospechosos tienen alrededor de 20 años e iban vestidos con un chándal en el momento del asalto. Ambos son morenos, de pelo corto, y uno de ellos llevaba un pendiente en forma de cruz.
En cuanto a lo ocurrido en Guadalcacín, aunque al principio sólo pudo confirmarse una de las agresiones, corroborada a LA VOZ por la familia afectada, finalmente se ha comprobado que otra chica fue víctima de un suceso parecido, lo que también se denunció el pasado jueves. La primera de las víctimas no tuvo la oportunidad de ver claramente a su supuesto agresor, que iba montado en una motocicleta y al que describió como un varón de unos 27 ó 30 años, vestido con unos pantalones vaqueros y un jersey, pero «no con mala pinta».
La Policía, por su parte, ha querido enviar un mensaje de tranquilidad a la población. Aunque los tres sucesos anteriormente mencionados no dejan de ser preocupantes, cabe la posibilidad de que ni siquiera hubieran sido denunciados ni hubieran trascendido de no existir una creciente preocupación en torno a los menores en los últimos tiempos. De hecho, se desconocen las intenciones verdaderas de los individuos que protagonizaron los asaltos, cuya importancia ha sido relativizada por los agentes, especialmente en el último de los casos ocurrido en la ciudad, en el que aseguran que a la joven «prácticamente ni la tocaron». Aún así, como es lógico, continúan investigando con profundidad este tema, sin descartar ninguna de las posibilidades, incluyendo la opción de que se trate sólo de hechos aislados sin demasiada trascendencia.
La alcaldesa de Guadalcacín, Ana Lirio, se sumaba hace unos días a este mensaje tranquilizador, recordando que la Policía se encuentra al tanto de todo lo sucedido y las patrullas están intensificando la vigilancia, al menos en lo que al núcleo pedáneo se refiere. Cabe recordar que el Ayuntamiento de Guadalcacín también ha interpuesto una denuncia por los hechos ocurridos la pasada semana, con el fin de que se investiguen a fondo y se pueda identificar a los culpables lo antes posible.
Mientras tanto, los vecinos siguen atentos al desarrollo de los acontecimientos con preocupación manifiesta, y como ya señalaban el pasado sábado no abandonan a sus hijos ni a sol ni a sombra, acompañándoles a la escuela y prohibiéndoles a algunos las salidas nocturnas, a la espera de que se aclaren de una vez los hechos.
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