Economia

La Reserva Federal de EE. UU. sale al rescate de las bolsas y frena la caída

El banco central norteamericano decidió por sorpresa y con urgencia un recorte de 0,75 puntos en el precio del dinero, la mayor bajada desde 1984 Las plazas europeas rebotan, pero la desconfianza sigue latente en los mercados

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El banco central norteamericano luchó ayer contra la amenaza de otro crash con todas sus armas: aprobó una rebaja de los tipos de interés de 0,75 puntos -la mayor desde octubre de 1984- y los dejó en el 3,5%.

El organismo no había recurrido a una medida de urgencia de esta envergadura desde los atentados del 11-S en 2001. Por si esto no fuera suficiente, su presidente, Ben Bernanke, se mostró dispuesto a volver a actuar «cuando sea necesario».

Tanto plan de emergencia y tantas actuaciones extremas sirvieron para frenar el desplome de las Bolsas al menos durante una jornada, aunque fracasaron a la hora de devolver la confianza a un mercado que ya está roto. Es más, los movimientos de la Reserva Federal y la Casa Blanca pueden interpretarse por el lado negativo: el riesgo de recesión en Estados Unidos es tan elevado que hacen falta medidas de choque.

Riesgos

Y es justo el temor a que la economía norteamericana deje de crecer lo que causó el desplome de las Bolsas de todo el mundo el lunes, con la excepción de Wall Street que estaba cerrado por festividad. Por eso los analistas no consideran que el rebote registrado ayer sea sólido y no descartan nuevos descalabros en el corto plazo.

El panorama que dibujó Bernanke no es, desde luego, muy alentador. El presidente de la Reserva Federal advirtió que, como consecuencia de la crisis de las hipotecas subprime, «las condiciones financieras se han seguido deteriorando a la vez que se continúa restringiendo el crédito a las empresas y familias».

Debido a las diferencias de horario, para cuando la Reserva Federal actuó las plazas financieras de Oriente ya habían cerrado con abultados números rojos. La china se dejó un 7% debido a que la «recesión de EE UU reducirá la demanda de sus productos». Hong Kong cedió un 8,6%; Tokio, un 5,6%; mientras que Bombay cayó un 5%. Para las plazas europeas, por contra, Bernanke sí llegó a tiempo. Habían empezado la sesión con pérdidas superiores al 5% que auguraban una debacle como la del lunes, pero todas ellas terminaron en positivo a excepción de Fráncfort, que cedió un 0,3%.

La más beneficiada por el rebote fue Londres, con un 2,9%, mientras que la española recuperó un 1,7%. Durante la jornada no se dejaron de escuchar mensajes de calma de las autoridades europeas, que no cejaron en recordar que en la UE no hay riesgo de recesión. Pero nadie se atrevió a pedir al BCE que baje los tipos desde el 4%.

Wall Street, por su parte, no logró terminar en positivo, aunque la caída de sus índices fue limitada. Así, el Dow Jones cedió sólo un 1%, un descenso suave si se tiene en cuenta que llegó a desplomarse un 3,8%.

Su aguante sirvió de impulso a los mercados latinoamericanos, que también disfrutaron de un rebote. Se salvó la jornada, pero nadie descarta revivir el crash del lunes.