Stop a la mano larga
El Gobierno de México D. F. lanza un servicio de autobús exclusivo para mujeres que impida el acoso sexual de los hombres en hora punta
Actualizado:El Gobierno del Distrito Federal de México ha decidido poner punto y final al acoso en los autobuses. Ha creado transportes exclusivos para mujeres en dos concurridas líneas de la ciudad con una acogida entusiasta por parte de las beneficiarias, cansadas de los comportamientos molestos que sufren por parte de algunos hombres. Según la empresa pública que gestiona la nueva prestación, el Gobierno del DF ha adoptado la iniciativa a raíz de las quejas de algunas usuarias.
Por el momento, los ocho autobuses exclusivos para mujeres transitan con una frecuencia de veinte minutos para la ruta de Reforma y para la del Eje Central. Esta medida no es pionera en el transporte de la capital puesto que el metro ya reserva para las damas sus dos vagones delanteros en horas punta. Además, los taxis se pueden sumar pronto a esta tendencia en caso de prosperar un programa que prevé que cincuenta de esos vehículos sean manejados por mujeres y les den servicio también sólo a ellas.
Las usuarias se mostraron encantadas con el nuevo sistema que, según aseguraron, ofrece mayor seguridad, confianza y comodidad durante el trayecto. «Entre mujeres nos arañamos, pero nunca nos hacemos daño» y «en los autobuses algunos hombres se toman más libertades de las adecuadas», comentaron las viajeras de la ruta del Eje Central.
Con la puerta en las narices
En el vehículo viaja un trabajador de la empresa, encargado de impedir a los hombres que suban e informarles de que deben esperar a la siguiente unidad, que pasa al cabo de dos minutos. Al entrar al autobús, las mujeres no pueden disimular una sonrisa de satisfacción. «Ahora sí nos tratan como mujeres», se felicitaban de la entrada en vigor del nuevo sistema.
Muchas de ellas, contentas con la medida que la mayoría desconocía, ya piden que se fleten más autobuses de esta clase y que éstos sean conducidos también por ellas. Los hombres, en cambio, se muestran sorprendidos y ligeramente enfadados, especialmente los ancianos quienes reclaman también medidas de este tipo para su colectivo.
Desde el pasado lunes a las cinco de la mañana, momento en que se aplicó por primera vez la medida, estos autobuses viajan «más vacíos y más tranquilos», según unas usuarias que desde entonces no hablan de otra cosa en el trayecto.