Las monjas advirtieron a la Junta de las amenazas del menor que incendió el centro
El joven había escrito en uno de sus cuadernos su intención de acabar con la vida de varios de sus compañeros Los trabajadores sociales en Puerto Real han acogido a los chicos en sus propios domicilios mientras se reparan los daños
Actualizado:Las Hermanas Filipenses lo veían venir. En varias ocasiones advirtieron a la Junta de Andalucía del conflictivo comportamiento del menor que el pasado domingo por la mañana provocó un incendio en la habitación de un compañero. Días antes había escrito en su cuaderno frases amenazantes en las que avisaba de su intención de acabar con la vida de dos menores del orfanato.
No era la primera vez. El interno de 15 años había amenazado de muerte en repetidas ocasiones al personal del centro y a sus compañeros. Según las monjas que dirigen el orfanato, el menor había robado un cuchillo de la cocina que posteriormente fue hallado en su habitación, destrozado mobiliario y se había escapado en varias ocasiones del hogar en apenas un mes desde su internamiento. Las monjas apuntan el pasado del joven como la posible causa de su trastorno. El menor es huérfano de padre, tiene varios familiares en prisión y ha pasado por otro centro de acogida.
El joven aprovechó anteayer el cambio de turno de los trabajadores sociales para prender el colchón de uno de sus compañeros mientras dormía y cuyo nombre aparecía en las amenazas del cuaderno. El humo lo despertó y pudo avisar a una de las hermanas, que fue la que dio la voz de alarma para evacuar las instalaciones. Las monjas aseguran que durante el mes que el adolescente ha estado en el hogar ha declarado abiertamente su intención de «hacer algo gordo para que fuera trasladado donde estuviera encerrado». El centro Nuestra Señora del Rosario, que lleva más de 50 años llevando a cabo esta labor, mantiene un régimen abierto ya que los menores acogidos carecen de antecedentes penales.
En la provincia existen 97 centros de menores con más de 5.500 plazas entre los que existen 68 hogares concertados como el de las madres Filipenses.
La dirección del centro puertorrealeño se reunió en la mañana de ayer con los responsables de Bienestar Social para acordar el arreglo de los desperfectos que causó el fuego así como el traslado del menor a un centro de mayor vigilancia. Las hermanas también propusieron la reubicación de otro de los menores de 11 años a otro centro. La directora declaró que este niño fue presuntamente el que indujo al autor del incendio a prender fuego a la habitación de uno de sus compañeros, con el que al parecer mantenía una disputa.
Los siete menores intoxicados por el humo fueron dados de alta en la tarde del domingo. Los trabajadores sociales que desarrollan su labor en el centro se han hecho cargo de los niños en sus propias casas mientras la Junta arregla las habitaciones afectadas por el incendio.
Durante el día de ayer el personal limpiaba el hollín que impregnaba muebles, paredes y suelos del orfanato.
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