'Fama' y demás 'realities'

Me gustan los realities. Lo reconozco, a pesar de que a muchos de mis amigos no les entre en la cabeza. He seguido Gran Hermano desde que se emitió la primera edición y aunque Supervivientes no me apasiona, suelo sintonizar Telecinco la noche de los jueves para ver la gala. El motivo de este hobby no es otro que desconectar por completo de la realidad. Este tipo de programas te hacen no pensar y la verdad es que después de las injusticias que hay que ver a diario a una le entran ganas de sentarse en el sofá de su casa y dejar de darle vueltas a la cabeza –todos los días no me puedo ir a tomarme una cervecita a la Moderna, la economía no me lo permite–. Así que cojo el mando de la televisión y veo a Mercedes Milá darle voces a alguien o a Jesús Vázquez vestido de blanco dando saltos en un plató.

No obstante, en los últimos días me he dado cuenta que no soy la única que se dedica a ver este tipo de espectáculos en la caja tonta. Mis compañeros de redacción, a lo calladito, se han enganchado a Fama, un programa que emite Cuatro y que es como Operación Triunfo aunque en lugar de cantar sus concursantes bailan. Su excusa no es otra que ver a Miguel Ángel Cortés, un jerezano de 22 años que se mueve muy bien, en acción.

La verdad es que me llevé una sorpresa cuando comprobé que hasta los chicos de deportes han visto el nuevo programa de Paula Vázquez (¿será por ella?) y debatían abiertamente con el resto de la redacción quién es mejor pareja de baile. Y esta vez, les tengo que reconocer, que no tenía ni idea de los que estaban comentado.

En fin, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Aunque con lo pesada que están las cadenas de televisión cómo para no ver un reality de estas características.