Los vecinos de las Casitas Bajas se organizan contra el narcotráfico
Aseguran que saldrán en grupo para «invitar a los toxicómanos a que se vayan» Los residentes denuncian «la falta de colaboración de las administraciones»
Actualizado: GuardarEl suceso del pasado jueves por la noche, en el que un joven resultó herido de gravedad víctima de varias puñaladas que le asestó un individuo que aún no ha sido identificado, ha colmado el vaso de la paciencia de los vecinos de las Casitas Bajas, en el polígono de San Benito. Están hartos de la inseguridad que se vive en la zona, sobre todo desde que se convirtió en lugar de peregrinación habitual para toxicómanos y escenario de numerosos trapicheos, enfrentamientos, robos y otros sucesos que impiden la normal convivencia de los que allí residen.
Es por eso que un grupo de ellos, principalmente jóvenes, han decidido empezar a organizarse para tratar «de echar a esta gente de aquí, porque así no podemos seguir y cualquier día puede pasar una desgracia». No se atreven a hablar de patrullas ciudadanas, pero lo que pretenden hacer se asemeja bastante. Consiste en salir en grupo y dirigirse a «toda persona rara que veamos, estén solos o no, y advertirles de que no queremos volver a verles por aquí», señaló uno de ellos a LA VOZ. «Y si se ponen tontos, pues, nada, a hacerles frente, pero lo que tenemos claro es que haremos lo que sea necesario para acabar con esto», añadió.
De hecho, ya han comenzado a actuar de esta manera tras el suceso del pasado jueves por la noche. «Se lo hemos dicho clarito a todos los que hemos visto, aunque la verdad es que no han venido muchos desde que pasó lo del apuñalamiento», explicaron. No descartaron organizar, asimismo, patrullas nocturnas para que «se den cuenta de que no estamos de broma y que haremos lo que sea necesario para acabar con esto». De igual forma, estos jerezanos volvieron a asegurar que ya no confían en la actuación policial: «Les hemos llamado 20.000 veces y no ha servido de nada, así que no nos queda otra que actuar nosotros mismos». Uno de los vecinos explicó que «tenemos que hacerlo así porque aquí hay gente mayor que vive sola y que no puede ni salir a la calle por miedo».
Apoyo de la asociación
Unas declaraciones que el presidente de la asociación Pedro Palma, José Antonio Romero, respaldó al cien por cien ya que las denuncias públicas que desde este colectivo se han llevado a cabo en este sentido «son numerosas». «Los problemas de este barrio parecen no preocupar a nadie, ¿un proyecto de rehabilitación integral para San Benito? Vivimos en una zona de la ciudad donde les dan patadas a puertas de casas que están deshabitadas y los narcotraficantes se asientan en ellas sin que las administraciones competentes hagan nada para evitarlo, vivimos en una barriada donde el proyecto de mejoras puesto en marcha por la Junta de Andalucía es una auténtica chapuza y donde la presencia policial, pese al problema que tenemos, es pura anécdota».
Por ello, para Romero «no es de extrañar que los vecinos decidan poner fin con sus propios medios al problema de la droga. Ahora bien, si alguno de ellos resulta herido, por defender su espacio y una calidad de vida aceptable, mientras que patrullan por las calles -haciendo un trabajo que le compete a agentes del Cuerpo de la Policía Nacional y Local- se pedirán responsabilidades a las instituciones que no han hecho su trabajo en San Benito».
Unas duras palabras a las que no dudó en añadir que «en el polígono nadie coge el toro por los cuernos, en todos estos años no ha cambiado nada pese a las promesas. ¿Dónde está la Comisaria de Distrito?». Mientras tanto, otro vecino, que prefiere mantener su identidad en el anonimato, insistió a este medio que «en mi caso, estoy casado y tengo un niño de tres años, por eso no quiero que ver estas cosas aquí. Lo que no puede ser es que el crío no pueda ni salir tranquilo a jugar a la calle. Muchas veces pienso que como algún día le hagan algo, no sé cómo voy a reaccionar. Mi mujer me dice que no me meta en jaleos, pero es que no me queda otra. A mí me da igual lo que haga esta gente, allá ellos con su vida y su cuerpo, pero que no lo hagan aquí, que se vayan a un sitio donde no molesten».
«Lo ideal sería que se incrementase la presencia policial en toda la barriada, y que ésta fuese constante». Algo que ocurrirá cuando la Comandancia de la Zona Norte se instale en una de las 300 casas de la UVA, pero hasta que eso pase los habitantes de San Benito no parecen estar dispuestos a quedarse de brazos cruzados.
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