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ESPAÑA

Rajoy se muestra convencido de que el alcalde de Madrid no dejará la política

Rodríguez Zapatero califica la decisión de «giro integrista» del PP hacia posiciones conservadoras

M. M.
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Mariano Rajoy aprovechó ayer para rebajar la gravedad de la tormenta política que el affaire Gallardón ha provocado esta semana. El líder popular se mostró convencido de que el alcalde madrileño no abandonará la política, y pidió comprensión y disculpas para la afectada reacción de quien aspiraba a ser número dos de la candidatura del PP al Congreso por Madrid.

«Creo que todos somos humanos y ante algo que para ti es una contrariedad se puede renunciar así, por tanto hay que entenderlo y hay que disculparlo, y hay que mirar hacia el futuro», señaló Rajoy, convencido de que Ruiz-Gallardón «sigue siendo un gran activo para su partido». Pero no le ahorró un último reproche: si todos los que aspiran a ser diputados abandonaran la vida pública al primer contratiempo «no se podría hacer política en España». «En esto, como en cualquier faceta de la vida, uno no logra todos sus objetivos», recordó.

Respecto a la escenografía elegida para comunicar a Ruiz-Gallardón el rechazo a sus pretensiones, una reunión en la que también participó su principal detractora, Esperanza Aguirre, el presidente del PP explicó que obró así «porque los dos tenían la misma pretensión» y a los dos quería decirles «exactamente lo mismo», que su común deseo de ser diputados era «poco serio». Insistió Rajoy en que «es una decisión que he tomado yo», sin presiones.

Críticas a la oposición

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que su exclusión de las listas electorales del PP, en las que sí cabe el empresario Manuel Pizarro, es una prueba del «giro integrista» del PP, que se vuelve «cada vez más conservador».

Rodríguez Zapatero clausuró ayer en Braga la XXIII cumbre bilateral hispano-lusa, opinó que prescindir de Ruiz-Gallardón aleja al PP de la «sociedad española de hoy», una «sociedad abierta, moderna y que no quiere posiciones políticas fundamentalistas y cerradas» como las que propone Mariano Rajoy.