Vendedores de mortajas
La presente está escrita desde el corazón y sin estar inducido por vinculación política, tendencia, creencia o fanatismo alguno sino desde el posicionamiento de un ciudadano cualquiera de a pie que le duele el daño y perjuicios que ciertas personas les están causando a su pueblo. Quienes piensen lo contrario están equivocados, pues mi crítica, opinión, pataleo, o como quieran tomársele, parte del derecho del que goza cualquier ciudadano con amor propio, de un país que disfruta de una democracia, y consecuentemente, le ampara el estado de derecho. Bajo estas premisas quiero hacer públicas las siguientes protestas:
Actualizado: GuardarProtesto con toda mi energía por que haya políticos, que para mantener su puesto de trabajo, tengan que despotricar e intentar destruir a sus oponentes. Me irrita que para escalar puestos, incluso en sus correspondientes partidos políticos o bien por congraciar con la gente, usen sistemas de aniquilamientos políticos que aparten de sus rutas y aspiraciones a sus contrincantes, incluso a los que militan bajo sus mismas siglas que, a manera de una pala quitanieves, les permita despejar el camino trepatorio o de permanencia de sus bien estudiados planes y anhelos políticos. Me conmueve que se intente mimetizar, disfrazar, embadurnar y maquillar los errores, la falta de competencia e ineptitud personal, haciendo recaer en sus contrincantes sus miserias e incapacidades políticas. Me aterra comprobar la existencia de políticos mediocres que pretenden apuntarse la labor ajena ante la falta de imaginación, iniciativa, capacidad y preparación de la que carecen.
Se me hace un nudo en las tripas cuando veo con qué descaro, sangre fría, hipocresía política y maldad, se menosprecian las virtudes ajenas puestas en evidencia, y que por no disponer de lealtad, personalidad, honradez y humanidad suficiente en reconocer los logros de los contrarios, utilizan la ofensa y la descalificación hacia esas personas, sin tenerse en cuenta el daño moral que, tanto a las mismas, a sus familias, como asimismo al pueblo, pueden llegar a generar los ataques y las afrentas que utilizan a manera de armas destructivas de su propio egoísmo. Lamento en el corazón que la miopía política que padecen les impida apreciar el hecho de ser marionetas de terceros, siendo éstas personas voceras y carroñeras de sus manipuladores, en vez de aprovechar su tiempo de liderazgo en mostrar a los ciudadanos sus propios valores -de evidencia dudosa-, en vez de dejarse manipular.
Es inhumano que la actitud destructiva de estos depredadores políticos, aprovechando los medios de comunicación propios y ajenos, los utilicen para crear una conciencia despectiva en la ciudadanía contra políticos honestos y válidos, que pueden acabar con sus vidas políticas, como ya ha venido ocurriendo en los últimos años, con el perjuicio que le causa a un pueblo como el nuestro: perder los valores políticos, por el interés y el egotismo personal. Me rebelo contra quienes usen mis impuestos como sueldos. Es muy triste, que a su paso, estos crueles cortesanos asalariados, vayan dejando una estela de cadáveres políticos.
Prudente Arjona Lobato Rota