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Solitario

Antena 3 ha emitido los episodios de Soy el Solitario, una miniserie sobre el conocido criminal del mismo apodo detenido hace algunos meses en Portugal. La serie ha pasado por pantalla con un éxito limitado, pero lo que la convierte en objeto de comentario no es tanto su cifra de share como las circunstancias del relato. Primer plano: el producto en sí mismo, la obra audiovisual. Este Solitario de Antena 3 está rodado con solvencia y narrado con buena mano; es verdad que la sucesión de secuencias comunica una impresión de cierta insuficiencia, como si el guión estuviera escrito a trozos sin preocuparse por su trabazón, pero, en líneas generales, no tiene nada que envidiar a los habituales telefilmes de acción que nos trae la industria norteamericana. El segundo plano es el esfuerzo de producción, ante el que hay que quitarse el sombrero por la celeridad con la que se ha puesto en pie una historia.

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Pero hay un tercer plano que es el de la historia, lo que se nos cuenta, y aquí el juicio no puede en modo alguno ser positivo. Primero, porque esta miniserie manipula la realidad: se presenta explícitamente como una serie sobre El Solitario, pero al mismo tiempo distorsiona hechos y nombres; se trata de un asunto que está en los tribunales, pero eso, en vez de ser una acertada precaución, se convierte en una trampa, porque permite al producto contar cualquier cosa sobre alguien que ha existido de verdad y presentar los hechos de forma manipulada.

Ya ha habido quejas públicas de periodistas que han cubierto la información sobre El Solitario, un auténtico canalla, y que consideran que la imagen que la miniserie de Antena 3 ofrece es demasiado positiva, hasta indulgente. La cadena podrá decir que es una serie inspirada en su figura, pero, por otra parte, alimenta el equívoco convirtiendo al personaje en objeto de debate, como en Espejo público. Es un juego muy peligroso. No sé si esto habrá sido así o no, pero la impresión que da es que el abogado del delincuente no ha sido ajeno a los materiales narrados en la historia; de ser cierto, sería una barbaridad. En todo caso, el episodio dista de ser edificante.