La Policía asegura que los detenidos por el caso de Rocío vendían petardos en un local

La Policía Nacional aseguró ayer, a través de un comunicado, que el material pirotécnico entre el que se encontraba el petardo que impactó en el rostro de la joven Rocío Vázquez haciéndole perder un ojo, en la madrugada del pasado 1 de enero en el barrio de Los Albarizones, procedía de una fábrica da la provincia de Huelva. Y también que dicho material había sido adquirido por los dos únicos detenidos hasta la fecha por el suceso, F. J. C. P. y su hijo M. C. G., concretamente en la localidad sevillana de Lebrija.

Igualmente, el mencionado cuerpo policial señala que fuentes vecinales «han manifestado que los detenidos no sólo fueron los encargados de comprar y proceder al lanzamiento de dicho material pirotécnico, sino que también eran los responsables de su comercialización en la barriada en uno de los locales que por ellos era regentado». Cabe recordar, sin embargo, que este extremo fue negado por uno de ellos esta misma semana en las páginas de LA VOZ.

También explica en el comunicado que tras conocerse los hechos y tras formularse la correspondiente denuncia por uno de los familiares de la lesionada, «funcionarios de Policia Judicial de esta Comisaría iniciaron una laboriosa investigación, consistente en la recogida de manifestaciones vecinales in situ y en dependencias policiales, así como varias inspecciones en el lugar de los hechos, con la toma de declaración de doce personas». Dos de ellas son precisamente los antes mencionados, a quienes se les imputa un delito de lesiones por imprudencia y que fueron puestos en libertad con cargos.

La joven sigue ingresada en el Hospital Puertas del Mar de Cádiz, a la espera de ser intervenida quirúrgicamente.