DE LA MANO. Mouriño es felicitado por Calderón tras su toma de posesión como ministro. / EFE
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Un joven economista español liderará la lucha contra los 'narcos' en México

Calderón nombra ministro del Interior a Juan Mouriño, que adoptó la nacionalidad del país azteca a los 18 años Hijo del dueño del Celta de Vigo, fue secuestrado en los 90

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Juan Camilo Mouriño Terrazo, hijo de español y mexicana, que nació en Madrid el 1 de agosto de 1971, ha pasado de la noche a la mañana de ser el hombre de confianza del presidente mexicano, Felipe Calderón, a asumir la Secretaría de Gobernación (SEGOB), equivalente al Ministerio del Interior. Un cargo vital en la política de mano dura del gobernante para luchar contra el crimen organizado que penetra la mayoría de las instancias del Estado y cubre de sangre varios estados de la nación azteca. «Me parece que hay varios temas prioritarios que hay que atender, el Tratado de Libre Comercio y el diálogo con la gente del campo, el asunto de Cananea, los temas relacionados con la guerrilla del Ejército Popular Revolucionario... pero el más preocupante es la lucha contra el narcotráfico», aseguró ayer. Sobre el combate a la delincuencia organizada señaló que buscará que las «organizaciones criminales dejen de penetrar en la vida pública y pongan candidatos o ejerzan cualquier tipo de control político». Él mismo fue secuestrado a mediados de los años 90. La familia seguramente debió pagar un importante rescate por la vida de Iván el fino, como le llaman algunos de sus allegados.

Desde luego, un aspecto importante de su papel será lograr acuerdos y «buscar coincidencias» con «todas» las fuerzas políticas para poder sacar adelante las reformas que pretende su amigo Calderón. No en vano pertenece al primer círculo del presidente. Antes de la elección de 2006 fue coordinador ejecutivo de la campaña, después coordinador general del equipo de transición y luego jefe de la Oficina de la Presidencia. Desde el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con un líder formal -su presidente Leonel Cota- y otro paralelo, el ex candidato Andrés Manuel López Obrador, se critica el nombramiento del «españolito» porque con él «las transnacionales del petróleo están de plácemes».

Vínculos empresariales

A veinticuatro horas de su nombramiento, Mouriño tuvo que salir al paso de las primeras acusaciones y defendió su derecho a ser elegido para un cargo estatal, pues a los 18 años renunció de manera expresa a su ciudadanía española y se quedó exclusivamente con la mexicana, país donde lleva viviendo casi toda la vida, desde luego más de los veinte años que exige la ley, donde se casó y tuvo sus tres hijos, y donde, con tan sólo 26 años, fue diputado. Negó haber aceptado el cargo porque aspira a llegar a la Presidencia en 2012: «No es mi proyecto, ni ésa es la razón por la que llego a la Secretaría de Gobernación», sostuvo. Pero sí reconoció que su familia tiene tratos con la petrolera estatal Pemex. «Nos dedicamos a lo mismo desde hace tres décadas. La decisión que yo tomé fue renunciar a los negocios y dedicarme a la vida pública. Es una franquicia, no tiene contratos comerciales, sólo le compra gasolina, que distribuye y vende a consumidores finales.

Son firmas de transportación y distribución, y tienen un contrato que se prolonga desde hace más de veinte años», dijo. Su padre, Carlos Mouriño Atares, nació en Vigo el 4 de marzo de 1943 y creó un grupo de 38 gasolineras, además de franquicias de alimentos y servicios en el sureste del país. Después compró por cuatro millones de euros el Celta, que también preside. La fortuna familiar ayudó para que Juan Camilo se licenciara en Economía en la Universidad de Tampa, en Florida, con un doctorado en Contabilidad y especialización de Finanzas por la Universidad Autónoma de Campeche.

Su nombramiento al frente de la SEGOB ha causado cierta sorpresa. Incluso algunos medios, como El Universal, han abierto páginas de Internet para confeccionar un perfil más completo. Se pide a amigos y conocidos que envíen fotos, cartas y detalles.