El himno de 'toa' la vida
CALLE PORVERA Láaara láaara, laralaralarala laralá la la, larala la la laaaaaa. Ahora con más ímpetu: Lára, lara lá... Y encima se atreven a decir que no tenemos himno los españoles. No sólo tiramos de laralara sino que ahora nos hemos dado cuenta de que estamos orgullosos de ello. La verdad es que la historia de la letra del himno nacional ha sido un poco estrambótica, por no decir mucho. Sin meterme demasiado en lo bonita, adecuada o significativa que sea la letra elegida por el Comité Olímpico -aunque al final ha acabado echándola atrás-, sí queda de manifiesto que los españolitos tenemos lo nuestro en este tipo de asuntos. Primero, porque nos metemos de repente a rellenar de palabras la música rojigüalda; y segundo, porque una vez que la tenemos, nos volcamos contra ella para tirarla a la basura antes de estrenarla.
Actualizado: GuardarNo sabemos lo que queremos y nos atrevíamos a decir que no sabíamos qué hacer mientras sonaba el himno -aunque algunos como Raúl, el fenómeno, ya se habían buscado un gestecito, que nos daban envidia los italianos, alemanes, franceses, ingleses o brasileños con sus voces al viento, cuando lo que realmente nos carcomía interiormente es que ellos ganaban mundiales y eurocopas de fútbol y nosotros no. Nada de nada, porque lo nuestro, al menos en fútbol, es quedarnos en cuartos de final. Es lo que dice la historia más reciente del deporte rey.
Ahora que logramos meterle aquello de «los verdes valles y el inmenso mar», decidimos que lo que de verdad le da personalidad es el laralara. Pues nada, hombre, continuemos con nuestro maravilloso laralaralara, ya que, como decía aquél, «para algo en lo que somos diferentes...».