Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
ANÁLISIS

Un coche con vocación global

SI estas líneas las escribiera alguien que no hubiera estado en la India haría, sin lugar a dudas, una interpretación diferente del acontecimiento más importante a nivel global que se ha producido en los últimos tiempos en el sector del automóvil. Me refiero al golpe de efecto mediático provocado por Tata con el lanzamiento del Nano, su modelo de bajo coste. Vaya por delante que el esfuerzo realizado por el fabricante indio para ofrecer un auténtico vehículo low cost, apto para cinco ocupantes y por poco más de 1.700 euros, es un hito en la historia del transporte. Cuestión diferente es anunciar que este vehículo -que será comercializado primero en India a finales de año-, es un coche accesible para su pueblo.

Actualizado:

Es cierto que el Nano es un automóvil superbarato para el mercado occidental, pero por muy sorprendente que sea su precio resulta mucho más que caro para un país donde la mayoría de la población dispone de lo justo para sobrevivir. De hecho, según la consultora internacional AT Kearny, el año pasado se vendieron un millón y medio de coches en esta parte del mundo que alberga 1.100 millones de habitantes.

Claro que, si tenemos en cuenta las ventas de motocicletas, en las que llegan a viajar hasta cinco personas, es mejor entramparse un poco más y comprar un coche más cómodo y seguro para tratar de no formar parte de las 100.000 víctimas anuales por accidentes de tráfico que padece el país asiático.

Por eso, a nadie puede extrañar que este coche hecho por el pueblo y para el pueblo no tenga sólo como objetivo el mercado local y los países emergentes. El simpático y austero 'minimonovolumen' es además de un ejercicio de imaginación, una demostración de ahorro de costes lleno de posibilidades. De ahí que esté pensado para adaptar en un futuro próximo diferentes equipamientos y versiones. Por algo será que Ratan Tata, presidente del grupo indio, haya anunciado que si existe hueco podría preparar una versión adaptada a las necesidades de los países occidentales por poco más de 5.000 euros.