SIN FAENA. Barcos amarrados al puerto barbateño. / R. RÍOS
Janda

El sector pesquero se queda sin marineros en mitad de una grave crisis

La media de edad de los pescadores supera 40 años, mientras que los jóvenes de la localidad buscan su futuro en empleos menos duros y con mejores sueldos La falta de rentabilidad del negocio es la causa de la preocupante situación que está atravesando una de las principales fuentes de ingresos de la zona

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El sector pesquero de Barbate, una población ligada históricamente a esta actividad, se enfrenta a un futuro incierto, no sólo por la crisis que atraviesa la pesca, sino también por la falta de personal dispuesto a trabajar en la mar a cambio de una parte de los beneficios.

Así se deduce de los datos aportados por la cofradía barbateña, que sitúa la media de edad de los trabajadores del mar de la localidad por encima de los 40 años, lo que demuestra las importantes dificultades que pasan los armadores a la hora de encontrar marineros en el pueblo.

Los datos no encuentran equivalencia en los niveles de paro que registra esta localidad y que la sitúa entre las más altas de la provincia. La lectura hay que realizarla desde la perspectiva de lo que el trabajo en el mar significa para los jóvenes barbateños. El sistema de cobro por partes, es decir: los beneficios se reparten en partes iguales para armador y marinería, lo que significa que si no hay ganancias, no las hay para ninguna de los dos; pero los gastos, también se pagan a partes iguales.

Actualmente, como viene denunciando la cofradía de Barbate desde hace varios meses, las embarcaciones apenas están obteniendo beneficios, sobre todo las que operan en aguas marroquíes, de manera que la juventud local está viendo mejores oportunidades en otros sectores como, por ejemplo, la construcción, que acapara la mayor cantidad de ofertas de trabajo desde hace cinco años. Pero estos sectores no logran dar trabajo a la demanda del pueblo, pero la resistencia a embarcarse cada día es mayor, y la pesca artesanal se va perdiendo minuto tras minuto.

Según han indicado varios armadores locales, «no hay marineros jóvenes en Barbate, de modo que el futuro del sector pasa por una renovación, diversificación y búsqueda de alternativas que tengan que ver con el mundo de la pesca, o, finalmente, la actividad se perderá en el pueblo».

De cualquier modo, el paro biológico está a punto de llegar a su fin, concretamente el próximo 12 de febrero y la flota barbateñas se mantiene de momento con algo más de 400 marineros y, a pesar de que este año se ha aprobado el desguace de entre cinco y siete embarcaciones de la localidad acogidas a las subvenciones europeas (que tienen como fecha tope el año 2013), están asegurados sus puestos para esta temporada, pero la rentabilidad nadie se las asegura en una de las actividades más duras de las que se conocen.

Otro de los problemas a los que se enfrenta el sector barbateño, así como en el resto de España, es la falta de personal técnico en los barcos, como motoristas, patrones o mecánicos. Según indica la cofradía barbateña, el problema existe en relación a la titulación que exige la normativa actual y que deja fuera a todas aquellas personas que han desempeñado estas labores durante toda su vida y que, con edades que superan los 40 años, ven cómo la administración les pide una titulación que se ha convertido en universitaria con la pérdida de la escuela náutica de Cádiz.

Para dar solución a esto, la cofradía propone la realización de cursos que supongan a los especialistas actuales que operan sin titulación, la convalidación de éstos y, de esa manera, asegurar su puesto de trabajo dentro del barco, algo que preocupa sobremanera si se tiene en cuenta la postura de la administración.

Además, en un intento por recuperar una actividad que siempre ha estado ligada al pueblo de Barbate, se pretende llevar a cabo una serie de seminarios y cursos relativos a la prevención de riesgos laborales, que permitan la mejora de las condiciones de trabajo de los marineros y, de esta manera, atraer a un número de jóvenes de la localidad que mantengan la pesca artesanal viva y vigente, como actividad primaria necesaria en el mercado, y como fuente de riqueza para el pueblo.

Desde la cofradía se ha realizado un llamamiento a las autoridades regionales y nacionales para que « hagan un importante esfuerzo que permita que Barbate y pesca sigan siendo dos palabras que vayan de la mano en el futuro y no permita que la principal actividad empresarial y, sobre todo, cultural, de esta localidad jandeña, desaparezca en pocos años».

lajanda@lavozdigital.es