El promotor y constructores de San Roque, 6 son condenados por despedir al hijo del obrero muerto
La magistrada le otorga el papel de empresario al dueño de la finca, pese a que éste responsabilizara a los contratistas
Actualizado: GuardarLa familia de Jesús Mera, el obrero fallecido mientras trabajaba en la finca San Roque, 6, recibió ayer una buena noticia tras meses de angustia. Su hijo José Luis, que también estaba empleado en la misma obra, deberá ser indemnizado por el promotor y los dos constructores por haber sido despedido de manera improcedente. El juzgado de lo Social nº 1 de Cádiz, que celebró el juicio en diciembre, ha condenado a los tres demandados en la primera lucha judicial que esta familia mantiene con los responsables de la obra, que también se enfrentan a un proceso penal en los que constan como imputados.
La importancia de esta sentencia no reside tanto en el fallo ni en la cuantía económica que va a percibir el demandante, ya que éste llevaba trabajando para los condenados apenas un mes. Lo destacado es que la magistrada de lo Social niega que el promotor, Francisco Sánchez, se limitara a ejercer el papel de propietario de la finca, el cual había contratado los servicios de unos constructores para ejecutar los trabajos de rehabilitación en el inmueble, tal y como su letrado defendió durante el juicio. En la sentencia se afirma que «Francisco Sánchez no era un simple promotor como alega. Asumía el papel de empresario acudiendo los viernes ( y algunos martes) a la obra; daba instrucciones directas a los codemandados y se dirigía incluso a los trabajadores».
Orden fatal
La jueza recoge en su fallo una de las órdenes que dio a la cuadrilla y que fue la retirada de la malla protectora que debía amortiguar posibles caídas. Jesús falleció al precipitarse al vacío desde una altura de diez metros cuando trabajaba encima de unos tablones que estaban atravesados a lo largo del hueco del patio y que terminaron por romperse.
Durante la vista oral, celebrada en una sala de vistas de los bajos del Estadio, los demandados se acusaron entre ellos por tener a los trabajadores sin contrato y careciendo de cualquier medida de seguridad colectiva en la obra. El promotor no acudió y su letrado presentó un poder notarial para ejercer la representación física de su cliente; una maniobra que no fue admitida por la jueza, que le recordó al abogado que esa fórmula sólo es válida cuando se representa a una sociedad y no a una persona.
Este letrado dirigió su defensa descargando al promotor de cualquier tipo de responsabilidad en el desarrollo de los trabajos y en las condiciones en las que estaban empleado los obreros. Alegó que era competencia de los constructores que había contratado. Pero esos argumentos han sido rechazados por la magistrada, y lo que es más importante, según el letrado de la familia Mera, con esta sentencia se reconoce la implicación de Francisco Sánchez en las pésimas condiciones en las que estaban trabajando los peones; algo que esgrimirá en el procedimiento penal que hay abierto, explicó el abogado Javier García Marichal a este medio.
Los tres condenados se enfrentan en los próximos días a un proceso similar. En este caso, el demandante es el sobrino del fallecido que también formaba parte de la cuadrilla e igualmente fue despedido al día siguiente de ocurrir el accidente mortal, aunque ésta vez su letrado podrá utilizar esta sentencia como precedente a su favor.
El fallo que condena al promotor y a los constructores a la readmisión de José Luis Mera o a indemnizarlo con 145 euros más el pago de los salarios de tramitación a razón de una cuota diaria de 38,88 euros, puede ser recurrida ante el TSJA.
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