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Los Bush, los Saud y los demás

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eorge Bush cierra hoy su larguísima gira por el Golfo y Oriente Medio en Egipto, un país que, bajo Nasser en los grandes días del nacionalismo árabe, combatió a Arabia Saudí, de donde procedía el presidente. Son los dos Estados que hoy representan el paradigma y el poder político entre los sunníes. A ese marco tradicional, en el que Bush se presenta como el protector de los sunníes frente a la «amenaza» chií (el Irán jomeinista), se aferra para no equivocarse la diplomacia estadounidense. Los Bush, por si fuera poco, son una dinastía tejana petrolera a la que no hay que repetirle mucho la importancia de tener contenta a la casa de los Saud. Eso lo entiende bien casi toda la clase dirigente y los creadores de opinión en los Estados Unidos, un país donde una gran parte de los ciudadanos no sabría ubicar al reino wahabbí en un mapa, y es un hecho indiscutido desde que el fundador del Estado, Ibn Saud (1880-1953) lo dejó establecido tras su único encuentro con el presidente Roosevelt a bordo de un crucero en el mar rojo en 1945 (Roosevelt volvía de Yalta, de conferenciar con Stalin y Churchill). Pero han pasado muchas cosas desde entonces: la creación de un Estado sionista en Palestina que la opinión saudí no quiere reconocer sin más, el fin del nacionalismo laico y/o socializante como fórmula para encauzar las sociedades árabes, la alianza de Washington con Israel y la cobertura diplomática de sus excesos y, desde luego, el 11 de septiembre. Bush ha hecho en Riad y en la tienda del rey Abdulá exactamente lo mismo que hicieron sus antecesores y que, muy probablemente, hará su sucesor: asegurarse la benevolencia oficial del régimen saudí, que tiene gigantescas reservas de hidrocarburos y de bonos del Tesoro norteamericano, mantiene el orden y está en el punto de mira de al-Qaeda.Y por hacer lo mismo venderá equipos militares de último grito al reino, incluidas bombas guiadas por satélite. Pero se dice poco que, a petición de Israel, los códigos con las órdenes para su uso sobre los blancos seleccionados estarán bajo control americano.