Un marinero muerto y otros cuatro desaparecidos en un naufragio en Galicia
«Tuvimos que dejarles flotando pero creemos que ya estaban muertos», explica el patrón de uno de los barcos que acudió al rescate de la barcaza Al parecer el pesquero zozobró a causa de la fuerte tempestad que azotaba la zona
Actualizado:Una despiadada mar arbolada, con olas de diez metros, engulló en la madrugada de ayer al pesquero Cordero cuando apenas le faltaban 20 millas para llegar al puerto de Ribeira, en La Coruña. Era un barco nuevo, moderno, de más de 30 metros de eslora, pero sucumbió ante las embravecidas aguas de la Costa da Morte. Sus ocho tripulantes corrieron distinta suerte: tres marineros fueron rescatados milagrosamente con vida tras pasar más de dos horas en las gélidas aguas; otro fue recuperado cadáver y los cuatro restantes permanecían anoche desaparecidos.
«Vimos a tres que ya estaban muertos, con la cabeza sumergida, fuimos a por ellos...y sólo pudimos sacar a uno. Lo más lamentable es ver cuerpos flotando y no poder hacer nada», se dolía ayer el patrón de uno de los barcos que acudió al rescate. El arrastrero Cordero soltó amarras y salió el lunes a faenar pese a la advertencia del servicio de meteorología, que alertó de un fuerte temporal frente a las costas gallegas. La tempestad sorprendió a la embarcación, un buque moderno, y a sus ocho tripulantes cuando regresaban a puerto con la intención de embarcar a otro marinero. Aunque se desconocen las causas exactas del naufragio, todo parece indicar que el pesquero zozobró a causa del temporal que en esos momentos azotaba la zona con vientos de hasta 140 kilómetros por hora y olas de entre ocho y diez metros. El naufragio ocurrió en cuestión de minutos en medio de un temporal de fuerza once. El secretario de Transportes del Ministerio de Fomento, una de las muchas autoridades que ayer se desplazaron a Ribeira, apuntó la hipótesis de que se accionasen todas las balsas salvavidas, pero «el accidente fue tan rápido que los marineros no pudieron acceder a ellas», apuntó Fernando Palau. El aviso de la radiobaliza se recibió a las 2.24 horas de la madrugada y seis minutos más tarde se puso en marcha un may day (llamada de socorro). Inmediatamente, partieron de La Coruña dos embarcaciones de rescate y un helicóptero que sobre las 3.30 horas avistó a los náufragos. La Salvamar Mirfak logró rescatar al patrón, Marcos Antonio Ures, de 29 años, cuando nadaba junto a un cuerpo inerte. Al rato llegó otro pesquero hasta el lugar, el Praia de Esteiro, que logró rescatar con vida a dos tripulantes. «El barco ya no se veía, sólo las manchas de gasóil. Vimos a un marinero en una balsa, otro estaba cogido a unas boyas», dice el patrón. Éste último levantó la mano y «fuimos a por él. Por suerte conseguimos meterlo a bordo».
A pocos metros
El náufrago que se mantenía a flote en la pequeña lancha neumática se encontraba afectado por una fuerte hipotermia. Inmediatamente, toda la tripulación fue a por mantas para arroparlo. «Conseguimos reanimarlo», se felicitaba ayer. El armador del Praia de Esteiro explicó que lo más probable es que el accidente se produjera por un «golpe de mar, porque allí no hay peligro de hundimiento por bajos y no había objetos a flote». «Nos sentimos impotentes por la climatología y los golpes de mar».