VERANO. Turistas bajo un termómetro, en pleno mes de agosto.
Jerez

Segunda línea de playa

Los hoteles jerezanos aprovechan la cercanía del litoral en los meses de verano ofreciendo precios más competitivos

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El hecho de que la ocupación hotelera haya alcanzado este año en agosto máximos históricos tiene que ver con la consolidación de la ciudad como segunda línea de playa. Desde la cadena HACE (que en la ciudad posee los hoteles Jerez y Villa Jerez, además de otros tan prestigiosos en la provincia como el Duque de Nájera de Rota), el director de Explotación, Juan Sañudo, insistía en que las cifras de ocupación habían sido muy buenas en agosto, a pesar del descenso experimentado en julio.

Y es que, como señalaba Sañudo, «Jerez vive de la costa en verano; de hecho, son cada vez son más los turistas que deciden hacer sus vacaciones desde aquí». De este modo, «vienen a la ciudad a pasar la noche, aunque luego se desplazan por diferentes puntos de la provincia».

Desde la Asociación Provincial de Hoteles, su presidente, Antonio Real, señaló que «agosto es el mayor mes de ocupación hotelera en la ciudad, lo que hace diez años era impensable, y eso es por la cercanía de la costa y los precios inferiores que ofrecen los hoteles jerezanos frente al litoral», que además suele estar a rebosar de turistas.

El hecho de que Jerez se aproveche de la costa en verano es parte de una simbiosis, teniendo en cuenta que «el litoral luego se aprovecha del beneficio de la temporada de Feria, la cercanía del Circuito y el Gran Premio de Motos, etcétera», afirmó en este sentido el presidente de la Asociación Provincial de Hoteles.

Otras épocas fuertes para la ciudad son meses como marzo, abril y mayo, donde se desarrollan el Campeonato de Motociclismo, la Semana Santa y la Feria del Caballo. La Fórmula Uno también atrae a muchos turistas a la ciudad (de hecho, el recorte de los entrenamientos este año en julio ha hecho descender el número de viajeros en ese mes).

Durante todo el año, la oferta ecuestre, bodeguera, cultural (Teatro Villamarta), gastronómica, de flamenco, etcétera, siguen siendo nuestros puntos fuertes, recalcó el presidente de la Asociación Provincial de Hoteles.

Los meses más flojos, como se ha dicho, están entre noviembre y enero. «Diciembre suele ser de baja ocupación, por lo que hay que seguir potenciando el turismo de congresos y otras ofertas que potencien la llegada de viajeros a la ciudad en esta época», concluyó.