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«Hay que enseñar a los niños a respetar el bien común»

Al igual que ocurre con las construcciones ilegales, sobre todo aquellas que levantan los particulares con el único fin de tener una primera o segunda residencia, los fraudes a Hacienda, como las ocultaciones en la declaración anual al Impuesto de la Renta para pagar menos o la no consignación del Impuesto sobre el Valor Añadido en las facturas por obras o servicios, son delitos que no suelen estar "mal vistos" en general por la opinión pública española.

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Tratar de no cumplir con las obligaciones tributarias puede llegar a justificarse como aquel que roba a un rico. De ahí que una de las tareas que asume el nuevo fiscal de delitos económicos en la provincia de Cádiz es la de potenciar una concienciación para erradicar este tipo de conductas. «Estamos en un país donde la picaresca existe y en donde ha calado hondo la idea de que lo que es de todos no es de nadie», apunta Sacaluga. Del mismo modo, el nuevo fiscal señala un posible camino de solución: «Para cambiar es necesario trabajar desde la escuela. Enseñar a los pequeños a respetar el bien común, aquello que es de todos. En este sentido, estamos por detrás de muchos países de Europa, donde esa concienciación existe».