Treinta años de Paz
OPINION La antigüedad, los años, importan. Puede que sea porque es lo único que no se puede comprar, ni siquiera con dinero. Importan, como les decía, y más en esto de las cofradías, que se organizan en la calle y en tantas otras cosas (al menos, las que quieren ser un poco serias) en función de los años que lleve uno pegado al Cristo de sus amores.
Actualizado:Todo lo demás es relativo. La ayuda de los hermanos en una hermandad es relativa, ya que hoy está uno en Junta de Gobierno y mañana no. Hoy trabajo en Jerez, mañana en Santander. Y no le vamos a pedir a todos los hermanos que colaboren de la misma manera, claro está. El dinero que aportan es relativo también. Ya saben, la vida, que da muchas vueltas y hoy eres el rey de la pista de baile y mañana no te dejan ni entrar en el Bereber...
Así que permítanme que valore especialmente lo que está realizando por estas fechas mi hermandad de la Coronación. Treinta años cumple el Tríptico Mariológico dedicado a su imagen titular, Nuestra Señora de la Paz en su Mayor Aflicción. Son tres décadas hablando de Paz, pero escrito así con letras mayúsculas. Y en tiempos revueltos, con francotiradores esperándonos por todas las esquinas en forma de políticos avispados, periodistas aguerridos, ateos confesos y, sobre todo, cofraudes enmascarados con el disfraz del cristiano perfecto, bien haríamos los que amamos esto de las hermandades en acercarnos a la Capilla de los Desamparados los sábados, a eso de las nueve de la noche. Porque, un año más, son tres primeros espadas los que vienen a hablarnos de Paz, que es como llaman a María por la calle Arcos.
La Niña de la Paz en su Mayor Aflicción. Es para acercarse, hagan caso...