Morales presenta «su dimisión irrevocable» como presidente del Xerez
El máximo accionista del club confiesa que no se siento «con fuerzas de seguir» Los gritos de la afición tras la derrota de ayer, claves en la decisión del nazareno
Actualizado:Llegó a su fin. La derrota sufrida por el Xerez en la tarde de ayer ante la UD Las Palmas ha sido la gota que ha colmado un vaso que parecía que iba a rebosar tarde o temprano. Ha sido más temprano que tarde y tras el encuentro de ayer el mandatario azulino presentó ante su consejo la dimisión como presidente del Xerez. Era el final de una historia que comenzó de manera más que optimista en el verano de 2004, y que ha acabado con un presidente dolido, triste y defenestrado por su afición, su gente tal y como él llamaba a los xerecistas.
Con gritos de jugadores, mercenarios de fondo, el máximo accionista del Xerez Deportivo confesaba a los medios de comunicación que «la verdad es que es complicado y no sé qué hacer porque me encuentro sin fuerzas. Esto me deja ya paralizado y no sabe uno qué más aportar. La verdad es que estoy bastante fastidiado con todo esto».
Estaba sin ánimos el ya ex presidente, que añadía que «habrá que buscar las fuerzas de alguna manera, pero yo estoy ya sin fuerzas y bastante fastidiado. Hacía tiempo que no me veía así». Sin ganas de hablar, Morales se marchaba para hablar con los miembros del consejo, reunidos sobre el césped de Chapín, y anunciaba a los medios que «en un rato hablaré con ustedes».
La dimisión
Se gestaba su dimisión. El nazareno, con la negativa de sus consejeros más cercanos, ya tenía la decisión tomada y se la trasmitía a los medios. «Esta va ser la rueda de prensa más difícil desde que estoy en el Xerez», confesaba Morales. Y a continuación dio la razón por la que abandonaba la nave azulina: «Tal y como prometí cuando entré, el día que no me quisiera la afición, dimitía como presidente del Xerez, y como soy fiel a mi palabra, dimito como presidente». Y para que no hubiera dudas, el nazareno dejaba claro que era una dimisión «irrevocable» la que presentaba ayer.
Y es que la afición ha sido determinante en todo esto. Para el sevillano, «hoy (por ayer) he escuchado a mi afición, soy respetuosa con ellos, me han gritado muy de verdad, y con toda la razón del mundo, y dejo de ser presidente». Más aún, en su despedida, el que ha sido durante estas cuatro últimas temporadas máximo mandatario azulino, recalcó por activa y por pasiva que «no me siento merecedor de ser presidente de este gran club».
Se sentía «desilusionado y dolido con la que ha sido su afición. Hombre de palabra, como en más de una ocasión ha comentado, Morales confesaba que «lo serio es cumplir lo que prometí, y lo estoy cumpliendo en este momento con todo el dolor de mi corazón». Y es que el Morales, vete ya fulminó al nazareno, pese a que admitía que «os juro que no me ha dolido porque es lo que me merezco».
«No me lo merezco»
«No me siento merecedor de seguir siendo presidente de este gran club y lo siento de verdad, porque os he fallado a todos», repetía el máximo accionista azulino, que bromeaba al confesar que «a ver si al final yo soy el mal fario y el domingo ganamos al Elche».
En el aspecto meramente deportivo, Morales explicó que su salida es la única solución, ya que «no puedes despedir a 25 jugadores». El nazareno quiso dejar claro que «los jugadores en ningún momento me han defraudado, y del futuro de Juan Martínez, Casuco, sólo quiso explicar que «será el consejo el que decida ya que habláis con una persona que no es presidente del Xerez».
Ya para acabar, Joaquín Morales dio las gracias «a todos, consejeros, jugadores, técnicos, prensa, porque ya os digo que bendito el día que decidí ser presidente del Xerez» y aportó un último apunte: «Joaquín Morales va a seguir dando la cara porque para eso soy el máximo accionista».
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