Sudar los polvorones
Los excesos en las comidas de las pasadas fiestas han provocado una subida cercana al 40% en las inscripciones de los gimnasios de la Bahía
Actualizado:La cuesta de enero suponen un pingüe negocio para algunos establecimientos de la provincia. Así, los gimnasio se están llenando de nuevos clientes cargados de remordimiento por los acumulados excesos navideños. La promesa de emprender una vida más sana y abandonar ciertos hábitos sedentarios encabezan la lista de propósitos del inicio del año y todos se esfuerzan por luchar contra la dura venganza de las comidas navideñas.
Los profesionales en musculación y fitness de la Bahía de Cádiz estiman que cada gaditano ha ganado entre tres y cuatro kilos durante las últimas fiestas. Los responsables de los gimnasios confirman que durante las últimas dos semanas se ha elevado en torno al 40% el nivel de inscripción de socios de muchos centros deportivos.
Poca paciencia
Alfonso Betanzos, monitor deportivo en un gimnasio isleño, asegura que en muchas ocasiones el interés de los gaditanos por las rutinas deportivas no sobrevive más allá de un par de meses. «La ilusión de gran parte de estos clientes por mejorar su estado físico no tarda en esfumarse. Sin ir más lejos, muchos recién llegados tiran la toalla desanimados al comprobar que el gimnasio no hace milagros y que las metas sólo se alcanzan después de un largo tiempo de constancia y esfuerzo», señala Betanzos.
Sobre todo, mujeres
El entrenador aclara que las mujeres de mediana edad son las que abrazan con mayor intensidad los retos que impone conseguir un nuevo físico. «El gimnasio donde trabajo aparece abarrotado cada mañana de mujeres que acuden a moldear su figura tras dejar a sus niños en los colegios», indica el profesional.
Por su parte, Joaquín Parodi, monitor en un gimnasio de Cádiz, revela que las clases colectivas de ejercicios aeróbicos han pasado a ser las actividades estrellas de los servicios ofertados por los centros deportivos de la provincia. «Estas clases son las favoritas de muchos clientes, ya que en sólo una hora ofrecen la posibilidad a sus participantes de quemar un alto número de calorías. Por otro lado, los ejercicios son mucho más divertidos de realizar, ya que la compañía de la música y sus amenos movimientos quedan muy lejos de la monótonas rutinas de pesas», afirma Parodi.
Ana López, gerente de dos gimnasios de Chiclana, mantiene que durante la próximas semana los centros deportivos de la Bahía verán incrementado aún más su volumen de inscripción de nuevos socios. «El ritmo de entrada en este tipo de recintos de personas interesadas en conocer las prestaciones de los mismos está siendo frenético y esta tendencia se verá traducida en una inminente subida en las cifras de socios», asevera López.
Por otro lado, María Eugenia Falcón, coordinadora de recepción de un gimnasio de San Fernando, asegura que el interés de los gaditanos en 2008 por llevar una vida sana va más allá de los típicos propósitos de año nuevo. «Por primera vez, parece que el deseo de adquirir hábitos saludables de los clientes supera su tradicional prisa por perder los kilos de más adquiridos durante las últimas fiestas», afirma Falcón.
Manuel Coello y Jesús Mariscal constituyen un claro ejemplo de la preocupación de los gaditanos por volver a lucir una figura más esbelta tras los excesos propios del inicio del año. Sin ir más lejos, ambos, clientes de un centro deportivo isleño, retornaron hace escasos días a la sala de musculación que abandonaron hace casi un año. «No es la primera vez que la desgana nos vence y dejamos de acudir durante varios meses al gimnasio», confiesa Coello.
Mariscal, por su parte, mantiene que la falta de resultados inmediatos es el principal motivo de desánimo que incita a los usuarios de este tipo de instalaciones a dejar de hacer deporte.