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Opinion

Cambio de chip

Con el presidente Bush en Kuwait, cambio de chip: Iraq e Irán se apoderan del argumento y la curiosa escala en Israel y los territorios palestinos pasa a segundo plano, aunque debe jugar su juego en la hercúlea tarea de convencer a los árabes sunníes de que deben cerrar filas en torno a Washington, avalista de su seguridad.

ENRIQUE VÁZQUEZ
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De su seguridad ¿contra quién? No contra Israel, a quien Washington quiere presentar como un socio de facto contra el enemigo común, el Irán chií, la vieja Persia en fricción permanente con el mundo árabe vecino. La súbita involucración del presidente y su secretaria de Estado en la resolución «en un año» del pertinaz conflicto israelo-palestino a partir del fin de la ocupación sionista, sin embargo, no es bastante. A la desconfianza popular y la reticencia oficial ante el aparente cambio de actitud de los norteamericanos hay que añadir que la calle árabe tiene cuentas pendientes con sus gobiernos.

Otra cosa es el establishment político, militar y diplomático de los principales gobiernos, genuinamente preocupados, es verdad, por la conducta iraní y su dinamismo regional. Teherán es percibido como el principal ganador de la guerra de Iraq en términos geopolíticos y su programa atómico, secretamente envidiado por muchos gobiernos que ven en él, ante todo, la proeza científica y técnica de haber completado el ciclo de enriquecimiento del uranio en condiciones difíciles.

Pero hay algo más: el presidente Ahmadineyad ha ofrecido a las monarquías sunníes del Golfo y al gobierno egipcio, su know how atómico además de pactos de seguridad a su gusto. Hay rumores de que El Cairo restablecerá relaciones con Irán y se vio con algo más que interés la invitación personal del rey saudí Abdalá al presidente iraní para que éste hiciera la gran peregrinación a La Meca.

Por lo demás, Bush estaba en Kuwait como en casa, rodeado de soldados americanos en un mini-país que es una gigantesca base militar norteamericana. Allí se reunió con el general Petraeus y el embajador Crocker, llegados de Bagdad para la ocasión. Cambio de chip. Palestina se acabó, por ahora.