Viroga difumina los elementos cotidianos para conducir al espectador a la fantasía
El pintor uruguayo expone en la Sala Unicaja 'Un compromiso entre continente y contenido'
Actualizado:Para el pintor Pablo Viroga, los elementos cotidianos guardan un parecido especial en muchos de los espacios en los que habitan. Así lo percibe la mirada de este artista al comparar su Uruguay natal con la esencia de la ciudad de Cádiz. «Los lugares conservan las señas de identidad con el paso del tiempo y exhalan formas de comportamiento similares», dice. Algunos de sus códigos expresivos son los números, símbolos y palabras dispuestas de forma aparentemente aleatoria, las ventanas, paredes o el referente de la escalera concebida como «una invitación al escapismo»; objetos plasmados a través de su pincel que trascienden lo material para convertirse en una interpretación plástica gestada desde el continuo fluir del pensamiento.
Una paleta «baja», plagada de grises, blancos, ocres, rojos y azules afina impresiones de imágenes visualmente opacas y difusas, pero con una gran carga de individualidad, cuyo significado, a pesar de ello, Viroga prefiere dejar «al libre albedrío del espectador. Es él el que debe construir su propio mundo a través del lenguaje de aquello que observa y, además, completarlo», matiza.
Este juego de formas y dialectos plásticos que abren diversas posibilidades de relación entre lo palpable y lo invisible es el hilo conductor de un conjunto de veinte piezas de estilo abstracto, realizadas en técnica mixta sobre papel, y ubicado en la Sala de Exposiciones Unicaja de Cádiz. Su título, resume con fidelidad la intención creativa del artífice: Un compromiso entre el continente y el contenido. La muestra, que se inauguró la pasada tarde del jueves, se mantendrá expuesta al público hasta el próximo 29 de enero en horario de lunes a viernes (excepto festivos), de 18.00 a 20.00 horas.
El artista uruguayo ha cultivado un densa carrera expositiva y también se ha hecho merecedor de varios galardones en concursos de pintura y grabado. En función de su idea de la pintura como un medio de constante reflexión, Viroga utiliza el gran formato. «Con el objeto de llegar al público, me valgo de elementos simples que más tarde moverán a la fantasía. De eso dependerá de la relación que se establezca entre pensamiento y lenguaje». Después, explica el autor, «puede que con este binomio consiga decir algo o no».