Hombres de paja
Hace unos meses, el ínclito presidente del Fútbol Club Barcerlona, Joan Laporta, arremetía contra las convocatorias internacionales porque entendía, según sus propias palabras, que era una vergüenza todo lo que estaba ocurriendo. Tres meses después, al máximo mandatario azulgrana se le llenaba la boca de alegría presumiendo del partido Euskadi-Cataluña que se iba a disputar en San Mamés.
Actualizado:Pues bien, ahora resulta que Jorquera se lesiona gravemente en el transcurso del partido y el tal Laporta no dice ni mu. Pero voy un poco más allá. La disputa de la próxima Copa de África obliga a los jugadores de ese continente a estar 14 días antes concentrados con sus selecciones. Se ve que el tal Laporta ha movido cielo y tierra para que Eto'o se incorporara más tarde a Camerún y pudiese jugar con el Barcelona los octavos de final de la ida de la Copa del Rey. Otros no han tenido tanta suerte.
La única pregunta que surge es la siguiente: ¿Cuál es la misión real de los legisladores de la FIFA que consienten tales agravios? Sencillamente, son hombres de paja que sólo atienden a los dictados de quien realmente maneja el cotarro.
Los hombres de paja están de moda. El mejor exponente es la situación que viven los entrenadores y los directores deportivos en el mercado de diciembre. Por más futbolistas que quieran, al final vienen lo que los presidentes quieren, en función de lo que están dispuestos a gastarse.
Pero en este elenco de hombres de paja, el Valencia se lleva la palma. Hasta ahora, ni Ruiz, ni Koeman pintaban nada, porque lo único que hacían, sobre todo, el entrenador, era ejecutar decisiones de Soler. Ahora, sin embargo, a Ruiz le han dado más libertad y el hombre de paja ha aprovechado para fichar a Banega. Algo le habrá visto.