NOQUEADO. Raúl, tumbado sobre el cesped de Son Moix. / EFE
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El Real Madrid pone en peligro la Copa

El golazo de Gonzalo Higuaín fue lo único que se salvó de un equipo superado por un Mallorca al que le faltó remate para sentenciar Los de Schuster lo fían todo a su seguridad en el Santiago Bernabéu

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El Real Madrid jugó en Palma pensando demasiado en que habrá partido de vuelta en el fortín del Bernabéu y con su derrota ante el Mallorca ha puesto en peligro su continuidad en un torneo que es maldito para los blancos desde hace ya casi tres lustros. El otro pésimo partido del Madrid, el golazo de Higuaín fue lo único que se salvó de un equipo que fue totalmente superado por un Mallorca al que sólo le faltó remate. Al Mallorca se le quedó al final corto el resultado frente a un Madrid pobre en fútbol y actitud que lo fió todo al Bernabéu y pudo llevarse un disgusto mayor en el Ono Estadi. El equipo de Schuster puede dar incluso las gracias por la derrota por la mínima.

En un duelo con más oportunidades que juego, la eficacia fue suficiente para el equipo madridista en un primer tiempo en el que el Mallorca mereció más. Sin embargo, los baleares fallaron demasiado en ataque. Al contrario que los blancos, que marcaron en su primer disparo a puerta, y nada más adelantarse el Mallorca. Los de Manzano acababan de dejar su celebración cuando el Madrid respondió casi sin quererlo. Esta vez fue Higuaín, el más participativo y motivado de los atacantes madridistas, el que aprovechó con fortuna un rechace defensivo para empalmar de forma espectacular. Menos de un minuto antes había sido el argentino Trejo, que tuvo que retirarse tras llevárselo Dudek por delante en el área, quien no desperdició un grave error defensivo de la inédita zaga blanca.

El Mallorca había hecho justicia con ese gol, porque en los primeros minutos, el Madrid, a la expectativa, echado atrás, lentísimo, y desajustado atrás, no dejó de sufrir ante las acometidas locales, casi siempre llevadas por Tuni. Pero Dudek y la falta de puntería evitaron que el gol llegase antes pese a disponer hasta de cinco disparos a portería antes de abrir el marcador. El Madrid, en cambio, casi ni se había acercado al área contraria. Arriba nadie tenía protagonismo. Guti y Sneijder, tirado a la banda derecha, no existían, y el Madrid despreció el balón hasta unos últimos minutos previos al descanso en los que, sin la presión del Mallorca, se limitó a tocar con parsimonia, aunque no le sirvió para seguir pasándolo mal en defensa.

Desgana

Dudek se llevó el segundo al poco de arrancar la segunda parte, y pudo hacer más en el lejanísimo disparo de Arango, aunque estuviese tapado. Como también pudieron hacer más sus compañeros, que sólo tuvieron una leve reacción en forma de disparo desviado de Robinho cuando el Mallorca se adelantó por segunda vez. La desgana en el Madrid era generalizada, mientras en el Mallorca crecía la moral, sabedor de que ganaba la lucha en el medio campo y a cada aproximación al área visitante creaba peligro. El Madrid, sin embargo, seguía a lo suyo, como esperando a que pasase lo más rápido posible el reloj para abandonar el campo.

Schuster prefirió algo más de alegría arriba con el desafortunado Balboa, víctima de una lesión, y Saviola. Pero el argentino, nada más salir, y a pase del canterano, tuvo un fallo imperdonable ante Moyà, al tirar a las piernas del portero balear cuando tenía toda la portería para él para firmar el empate. Igual que Dudek tuvo que responder, esta vez con una gran parada, a un remate de Víctor que habría dado al Mallorca más de la mitad del pasaporte a cuartos. No le quedó otra que conformarse con la victoria por la mínima, porque aunque el Madrid estuviese fatal, el Mallorca sabía que no podía perder nunca la concentración atrás.