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INTERÉS. Un grupo de visitantes pasea por la cubierta del buque.
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«No quería morirme sin subir a este barco»

Numeroso público visitó ayer en Cádiz el buque escuela de la Armada española en su jornada de puertas abiertas

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Que 80 años no son nada. Cualquiera que haya subido a bordo del Juan Sebastián de Elcano, el buque escuela de la Armada Española, puede decirlo, visto como relucen las cubiertas y el perfecto estado de revista que presenta el navío, uno de los más populares, junto con el portaaeronaves Príncipe de Asturias, de la Flota española, y especialmente querido en Cádiz.

El Elcano cumple 80 años y mañana, tras la tradicional misa en el Convento de Santo Domingo y los honores de ordenanza al jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante general Sebastián Zaragoza, partirá en su crucero número 79. En la tarde de ayer, muchos gaditanos pudieron, durante unas pocas horas, subir a bordo, admirar sus mástiles de 50 metros y departir con los guardiamarinas.

Rafael Ocejo, alférez de navío, conoce bien el barco, ya que hizo la travesía como alumno. Este año la realizará como profesor y podrá ver la experiencia desde el otro lado, aunque con la misma emoción. «Es el buque escuela más antiguo que todavía navega, porque hay otros que están como museos, y es el tercer barco de vela más grande del mundo», exhibe credenciales con orgullo Ocejo, mientras los visitantes se dejan el cuello intentando ver la punta del mástil, a 50 metros de altura. «Al principio impresiona un poco, pero enseguida te acostumbras», reconoce el alférez.

Lo cierto es que la vida de la tripulación gira en torno a los cuatro palos con los que cuenta el barco: de proa -la parte de adelante del navío- a popa -la parte de atrás- son el trinquete, el mayor proel, el mayor popel y el mesana. Esto es así porque la tripulación se divide en cuatro grupos, uno por cada palo, que se encargan de todas las operaciones relacionadas con el mástil y con la zona del barco que lo rodea. Desde el izado de las velas al mantenimiento de los cabos o el bruñido del metal de las pasarelas, que por cierto brillan con intensidad.

Aunque el barco pasa por revisiones anuales, la más completa tuvo lugar en 2006 dentro del programa CAVIMAR (Calidad de Vida en el Mar) de la Armada, por el que se están adaptando algunos de los barcos de la Flota para mejorar las condiciones de vida de los marineros, haciéndolos más confortables, a la vez que se les hace una puesta a punto completa. En la revisión de este año, las reparaciones han sido «las habituales de mantenimiento» antes del crucero de instrucción.

Respecto a la tripulación, los guardiamarinas deben pasar una oposición al terminar el bachillerato para optar al crucero, que les ofrece la primera oportunidad de tener un encuentro más intenso con la mar. Todos lo viven entre la ilusión y la ansiedad. «Hay marineros de toda España y también sudaméricanos», explica Ocejo.

También de Cádiz, o de San Fernando, como el guardiamarina de segunda Mario Belizón. En su caso su familia acepta perfectamente que durante seis meses estará embarcado surcando los oceános. Su padre, oficial de la Armada, lo hizo antes que él hace 25 años. «Va a ser una experiencia única y además representas a España en muchos países», relata Belizón. De nuevo la pregunta sobre como se lleva escalar unos mástiles tan altos. «Vamos bien protegidos, llevamos arneses, y la formación es muy buena», sentencia el guardiamarina.

Una pareja, Tamara Fernández y Adrián Díaz, con su hija Andrea, han venido en catamarán desde El Puerto y se han subido a ver el Elcano. «El catamarán parece un cascarón al lado de este», bromea Adrián. Al lado, Luis Martín, de San Fernando, recuerda sus años mozos de marinero en el Galicia otro buque de la Flota. Ahora tiene 67 años y dice que ha cumplido un sueño. «No quería morirme sin haber pisado la cubierta del Elcano», aseguró rotundo.

El Ecuador no está en la ruta

El LXXIX Crucero de Instrucción del buque escuela Juan Sebastián Elcano comenzará su travesía pasado el mediodía de mañana, con una tripulación compuesta por 23 oficiales, 22 suboficiales, 140 marineros, seis maestros civiles y 43 guardiamarinas. El viaje, de 170 días de duración, de los cuales 139 son en el mar, tiene este año una característica especial, pues el buque escuela no llegará a rebasar el límite del Ecuador, según confirmó el alférez de navío Rafael Ocejo.

Entre los destinos que visitará la tripulación estarán Las Palmas, Santo Domingo (República Dominicana), Puntaarenas (Costa Rica), San Diego (Estados Unidos), Acapulco (México) o Miami (Estados Unidos), entre otros. Otra de las curiosidades es que el Elcano atravesará en dos ocasiones el canal de Panamá, una vez en cada sentido, explicó Ocejo.