UGT duda que la provincia tenga el nivel de empleo anterior a la crisis de Delphi
El secretario federal de MCA-UGT, Manuel Fernández, aplaudió ayer en Cádiz la «sensibilidad» de la Junta de Andalucía en las medidas adoptadas tras el cierre de Delphi en Puerto Real, aunque se mostró «poco optimista» en cuanto a las posibilidades de que la Bahía gaditana de recupere «los niveles de empleo anteriores a la reconversión industrial».
Actualizado:Fernández se refirió a la Bahía de Cádiz como «una de las castigadas duramente por la reconversión industrial», aunque consideró tiene «más capacidad que, por ejemplo, Ferrol, de recuperar el tejido industrial que tenía».
El dirigente sindical argumentó su afirmación en la «sensibilidad que hay ahora en Andalucía en cuestiones industriales» y expuso que, a su modo de ver, si el cierre de Delphi se hubiese producido en Cataluña, «nunca hubiera dado la solución que se está dando aquí», porque Delphi «ya ha cerrado otras plantas en España, está cerrando una planta en Aragón y, hace dos o tres años, comenzó a enviar producción a Marruecos».
Según dijo, en otros casos, se alcanzaron «excelentes acuerdos» para que los trabajadores saliesen «en las mejores condiciones posibles», pero «no se hizo reindustrialización» ni, como en Andalucía, se alcanzaron «compromisos para la instalación de empresas que vengan a paliar, en cierta medida, los efectos del cierre de la empresa y para la recuperación del tejido industrial».
Fernández tildó de «impresionante» la reacción de Andalucía a partir del cierre de la multinacional, con un «compromiso ejemplar» y unos acuerdos «que se están cumpliendo» a pesar de que "muchos no lo creyeran" porque en la Bahía gaditana "llueve sobre mojado, y se perdieron muchos empleos" a causa de la reconversión.
Accidentes laborales
Calificó de «auténtico drama» y de «vergüenza» las cifras de accidentes laborales en lo que va de año, aunque confió en la futura Ley de Regulación de la Subcontratación en la Construcción, que entrará en vigor en 2012, y que, a su juicio, provocará el «cierre» de "unas 10.000 empresas» que «no están dirigidas por empresarios, sino por sinvergüenzas».
Señaló al sector de la Construcción como uno de los más afectados por la siniestralidad laboral, en parte porque sufre una «precariedad superior al 70%» y valoró positivamente los «esfuerzos y pasos» que se están dando desde la Fundación Laboral de la Construcción.