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ESPAÑA

Zapatero tacha al PP de antipatriota por sembrar dudas en el terreno económico

Asegura que la herencia de Aznar fue modesta y llevaba hipotecas Los autores del programa electoral del partido reciben instrucciones para elaborar propuestas «realistas y aplicables»

P. DE LAS HERAS
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José Luis Rodríguez Zapatero tiene dos meses por delante para contrarrestar el mensaje que más puede lastrar su campaña electoral: el de que vienen tiempos difíciles para la economía española. El jefe del Ejecutivo se lanzó ayer a una ofensiva de dos horas de duración para responder a los malos augurios propiciados por los últimos datos de paro e inflación, los peores registrados desde 2002 y 1995, respectivamente, y aseguró que España seguirá creciendo por encima del 3% y que es posible crear dos millones de puestos de trabajo en la próxima legislatura. A su juicio, el PP cae por tanto en el «alarmismo» y perjudica a las expectativas económicas del país. «Es -dijo- lo menos patriota que conozco».

El presidente del Gobierno defendió que nunca los datos macroeconómicos habían sido tan positivos para España; tampoco cuando quien gobernaba era el partido que dirige Mariano Rajoy. Éste dejó, según su descripción, una herencia «aceptable» pero que en ningún caso superaba el «grado modesto».

Deuda

Además, vino acompañada, según dijo, de algunas «hipotecas» que se han conseguido levantar en sus cuatro años de mandato. A modo de ejemplo, subrayó que la deuda pública se ha reducido en doce puntos sobre el PIB. «En dos años seremos el país con menor deuda de entre las grandes potencias del mundo», aseveró.

No es que negara que los últimos índices de inflación registrados sean malos ni que existan incertidumbres ni que las turbulencias financieras producidas por la crisis de las 'subprime' haya repercutido en España, pero relativizó su impacto real. Aseguró que el aumento de los precios es coyuntural y ajeno a la acción del Gobierno. Y, sobre todo, insistió en que la confianza es un factor intangible pero determinante de la evolución económica, por lo que su optimismo antropológico resulta más beneficioso que el «pesimismo» del PP.