RASTREO. Cerca de 250 efectivos participaron ayer en el dispositivo de búsqueda. / REUTERS
ANDALUCÍA

La primera gran batida en busca de Amy concluye sin pistas sobre la joven

Hoy se volverán a peinar los alrededores de la zona donde desapareció la joven irlandesa y se ampliará el dispositivo hacia el norte por encima de la autopista La familia intentó participar en el operativo, pero la Guardia Civil se lo impidió

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«Nada relevante». Ésta fue la frase más repetida ayer tras la primera gran batida en busca de Amy Fitzpatrick. Durante las cinco horas que duró el rastreo se pudo recoger numeroso material para su posterior análisis, aunque según fuentes de la investigación, ningún objeto que en principio se pudiera vincular a la joven irlandesa de 15 años desaparecida desde el día 1. «Por el momento, lo único que hay es una persona desaparecida. Tenemos abiertas varias líneas de investigación y no podemos descartar ninguna hipótesis», aseguró uno de los responsables del caso, que definió la operación de ayer como «un elemento más de la investigación», aunque recordando que «se hará todo lo que haga falta para encontrarla».

Ayer amaneció temprano en Mijas. A las nueve de la mañana, ya estaban listos para iniciar la búsqueda las 250 personas del operativo entre Guardia Civil, Policía Local, Bomberos, el Grupo de Rescate de Andalucía (GREA) del 112, guías caninos y voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja, entre otros. Y junto a ellos, una nube de medios de comunicación tanto nacionales como internacionales. Mientras tanto, en el puesto de mando, los responsables de los distintos cuerpos organizaban la batida, una ardua tarea dado el gran despliegue de medios técnicos y humanos que se dieron cita en los accesos del campo de fútbol de La Cala, elegido como centro de operaciones para facilitar el aterrizaje de los dos helicópteros (uno de la Guardia Civil y otro del GREA).

Ajenos a la marabunta del exterior, la familia de Amy esperaba acontecimientos en una carpa contigua. Allí estaban su madre, su hermano, su padrastro, dos tíos y dos primos procedentes de Irlanda. Su intención era participar en la batida, aunque finalmente siguieron las indicaciones de la Guardia Civil de restringir la búsqueda a personal especializado con el fin de preservar posibles indicios y se marcharon a descansar. Lo mismo le ocurrió a Ashley, la amiga de Amy, que acudió acompañada por su madre para aportar su granito de arena. «No sé si me dejarán participar», comentaba a su llegada.

A las 9.45 horas arrancaba el operativo. Un grupo de 20 motoristas del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) del Instituto Armado fue el primero en salir del campo de fútbol Los Olivos. Cada una de las 25 unidades de búsqueda tenía un área asignada que debían batir en círculo. Tampoco se adentraron demasiado entre la maleza, ya que, según indicó Francisco Ortega, coordinador del Servicio de Emergencias 112 en Málaga, lo recomendable en estos casos es comenzar por el contorno de las vías de comunicación para luego ir a los puntos más intransitables.

El trabajo se distribuyó en doce zonas de rastreo, entre las que se incluye la llamada 'zona caliente', que abarca el recorrido que la joven debió realizar la noche de su desaparición desde la casa de su amiga hasta el domicilio familiar. Desde ahí, el dispositivo se extendía por un radio de seis kilómetros sobre un terreno quebrado, aunque con una vegetación no demasiado densa. Durante toda la mañana llegaban al puesto de mando avisos sobre hallazgos de objetos que pudieran estar relacionados con el caso. La consigna en este aspecto estaba clara: «Hacer una foto, cogerlo con guantes y llevarlo al puesto de mando». Entre el material recolectado había un sujetador, unas mallas y hasta un coletero. «Todo será convenientemente analizado, pero no hay indicios de ningún hallazgo relevante», confirmaron fuentes cercanas al caso.

A las 15.00 horas se daba por finalizado el operativo. Pero sólo de forma temporal, ya que hoy está previsto reanudar la búsqueda con un despliegue similar. La intención para esta mañana es ampliar el rastreo hacia el norte por encima de la autopista, aunque también se volverá a dar un repaso por la zona explorada ayer. Poco a poco iban llegando al puesto de mando los diferentes grupos. «Venimos agotados; el terreno no es fácil», reconocía un miembro de Protección Civil de Alhaurín el Grande. En el rostro también se reflejaba el cansancio de los policías locales. «Por suerte o por desgracia, no hemos encontrado nada. Mañana -hoy para el lector- volveremos a intentarlo», comentó uno de ellos.