La víctima, con el brazo en cabestrillo, señala el lugar de la agresión. /FRAN JIMÉNEZ
en VALLADOLID

Un grupo de veinte menores apalea a una mujer y lo graba con móviles

La víctima, que sufre contusiones, arañazos y una falange desplazada, les recriminó que tiraran piedras contra su casa de Medina del Campo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una vecina de Medina del Campo de 43 años, P. F. H., fue apaleada el pasado lunes por la noche en la puerta de su casa por un grupo de en torno a veinte menores de la localidad que, según la víctima, grabaron la agresión con los móviles. La lesionada, que ya ha interpuesto la denuncia, acabó en el hospital con múltiples contusiones y un dedo fracturado.

Los hechos se produjeron a las 21.45 horas, cuando la pandilla de 21 chicos y 3 chicas -siempre según la víctima- comenzaron a tirar piedras en la parte trasera de la casa de la madre de la lesionada: «Estábamos viendo la televisión y, de repente, llamaron a la puerta», narró mientras los ojos de su madre y hermano se humedecían al escuchar su relato. «Al principio pensé que serían mis sobrinos, pero al escuchar los tremendos golpes me extrañé», dijo.

La mujer abrió la puerta trasera de metal con salida a la plaza del Rey, junto a la explanada del ambulatorio, ajena a lo que se iba a encontrar. Nada menos que 24 jóvenes, todos menores, estaban tirando piedras y ladrillos contra la vivienda. Tal situación la llevó a preguntarles los motivos, ante lo que una de las chicas le espetó que «porque nos da la gana, te callas. Yo hago lo que quiero». La víctima trató de dar por zanjada lo que consideró una mera gamberrada con un «haz el favor de dejarnos en paz».

«Pégame que soy menor»

Lejos de seguir sus indicaciones, los agresores realizaron la misma operación con la puerta principal de la vivienda por la calle Cerradilla y, al abrir P. F. H., reconoció a la chica que iba acompañada por otros cuatro adolescentes.

La afectada salió de casa y les recriminó con un: «Ya está bien, es que no tenéis educación» antes de que la agarraran y la arrastraran unos metros hasta el 'callejón de los juzgados'. En esta pequeña vía comenzó la agresión. Los adolescentes retaron entonces a la víctima con un: «Pégame que soy menor, a ver si te atreves» antes de rodear a la mujer para evitar que emprendiera la huida. Los 'niños', de entre 14 y 17 años, comenzaron a empujarla y darle bofetadas hasta llegar a retorcerle los dedos de la mano izquierda mientras «las chicas vitoreaban a los que me estaban golpeando», recuerda. Uno de los adolescentes, incluso, apostilló que «yo no te voy a dar como éste; ahora vas a saber cómo pego yo».

«A por el bazo»

Mientras la golpeaban, dos de los agresores grababan la paliza con sus móviles. Un tercero, prosigue la mujer, realizó una llamada en la que anunció a su interlocutor: «Lo estoy grabando, te estoy diciendo que lo tengo en el móvil». Entre la vorágine de golpes, otro de los participantes gritó a los demás que fueran «a por el bazo».

Después de unos veinte minutos de paliza, uno de los menores pidió al resto que lo dejaran porque se estaban «pasando», ya que según la víctima, su intención era tirarla «escaleras abajo». Tras las continuas peticiones por parte de la mujer, los agresores la dejaron «tirada en el suelo» y comenzaron a vitorear sus acciones. «Levantaron los brazos en señal de victoria por haber ganado la batalla».

Instantes después, la víctima ingresaba en el Hospital Comarcal con arañazos en el cuello y contusiones en la espalda y el oído. Esta medinense, además, tendrá que pasar por el quirófano porque tiene el dedo índice de le mano izquierda «destrozado con una falange desplazada», según consta en el parte médico.

Agentes de la Policía Nacional tomaron ayer declaración a la agredida, quien aseguró que, a pesar de no conocer a sus agresores, sí sería capaz de identificar a una de las chicas y a varios chicos. Fuentes de la investigación confirmaron el inicio de las pesquisas y apuntaron que los implicados no tardarán en ser identificados al ser, en principio, naturales del propio municipio.