Sociedad

Desarrollan un nuevo fármaco que reduce el apetito y quema calorías

Los investigadores han obtenido buenos resultados en el medicamente que bloquea receptores del cerebro 'Taranabant' una apuesta de Merck

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En la búsqueda de una píldora milagrosa que ayude a controlar la báscula sin grandes sacrificios, la industria farmacéutica está a punto de presentar su última promesa antiobesidad. Se llama taranabant y la compañía Merck aspira a convertirla en su próximo superventas. Los ensayos clínicos realizados hasta la fecha son más que prometedores. El último, con más de 530 pacientes obesos, demuestra que en tres meses se logran pérdidas de peso importantes, incluso con bajas dosis del fármaco. Los resultados se publican en el último número de Cell Metabolism.

A diferencia de otros medicamentos similares, la nueva molécula no se limita a reducir el apetito. También actúa sobre el consumo energético, un mecanismo que está disminuido en algunas personas con sobrepeso. Logra lo que todos buscan: tomar menos calorías y quemar más, incluso mientras se descansa.

La compañía farmacéutica ha desarrollado su nuevo compuesto para que actúe sobre el sistema cannabinoide. Los receptores cannabinoides, expresados en el hipocampo, son responsables de los efectos psicológicos de la marihuana. Pero también regulan el apetito y el equilibrio energético.

Los consumidores de cannabis conocen bien el efecto de la droga en el deseo de comer. Tan eficaz es aumentando la sensación de hambre que se recurre a ella para contrarrestar la pérdida de apetito que causa la quimioterapia en los enfermos de cáncer. El nuevo fármaco logra el efecto contrario; bloquea los receptores cannabinoides para inhibir el hambre. Otro fármaco antiobesidad -rimonabant- ya comercializado actúa sobre los mismos receptores. Taranabant es estructuralmente nuevo, parece más selectivo y potente.

En el ensayo con 533 pacientes obesos, se han producido significativas pérdidas de peso con dosis bajas, entre los 0,5 y los 6 miligramos. Los investigadores de los laboratorios de Merck en Londres que realizaron el ensayo no se esperaban pérdidas de peso con dosis tan bajas. Al elevar la dosis (12 miligramos) se observó que los pacientes gastaban más energía mientras descansaban y parecía que quemaban más grasa.

Molestias

La mala noticia es que el estudio también ha detectado efectos secundarios a dosis elevadas. Desde irritabilidad a malestar gastrointestinal (vómitos y náuseas). Una vez más, el fármaco produce el efecto contrario de la marihuana, que es capaz de paliar las náuseas de la quimioterapia. Los investigadores son optimistas pero advierten que aún deben comprobar si se logra mantener la reducción de peso a largo plazo.



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