Defiende las expulsiones masivas de indocumentados
Las autoridades españolas e italianas se han desmarcado de la voluntad francesa, expresada ayer por Nicolas Sarkozy, de organizar expulsiones colectivas conjuntas de inmigrantes irregulares. En la rueda de prensa ofrecida en el Elíseo, el presidente francés recordó que el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro italiano, Romano Prodi, han anunciado que no volverán a realizar regularizaciones masivas de extranjeros clandestinos sin consultar a sus socios europeos.
Actualizado:«¿Saben qué me han pedido los dos? Que Francia, Italia y España procedan a expulsiones colectivas. ¿Lo que hacen los socialistas italianos y los socialistas españoles no creen que debe hacerlo Francia?», dijo Sarkozy al ser preguntado sobre las tasas anuales de expulsión que se ha fijado su Ministerio de Inmigración.
Fuentes oficiales españolas puntualizaron posteriormente que Madrid y Roma, a diferencia de París, no son partidarios de fletar vuelos conjuntos como principio general. La preferencia se inclina por la readmisión de inmigrantes en el marco de acuerdos bilaterales con los países emisores africanos.
Durante su comparecencia, Sarkozy también señaló que desearía acabar este año con las 35 horas de trabajo semanales. «No trabajamos lo suficiente y otros lo hacen más», dijo el presidente. En otro de sus anuncios, indicó que el Gobierno se plantea la supresión de la publicidad en las cadenas públicas de televisión.