Los alumnos del Sagrada Familia estrenan el nuevo comedor escolar

Los Reyes Magos han llegado también al CEIP Sagrada Familia, donde la comunidad educativa pudo ayer estrenar el nuevo comedor habilitado por la Delegación Provincial de Educación. Las instalaciones vienen por fin a paliar una necesidad que el centro viene arrastrando desde hace varios años y que había parcheado compartiendo el comedor del cercano CEIP Alfonso X.

«Estamos muy contentos; ha quedado muy bien», aseguró ayer la presidenta de la Asociación de Madres y Padres del centro escolar, Isabel Badillo. La portavoz recordó la «importante lucha que han mantenido los padres», a quienes agradeció su apoyo y su constancia. Y es que el colectivo protagonizó sonadas protestas a las puertas del colegio varias veces a lo largo del pasado mes de diciembre.

Dos turnos

Educación ha invertido 90.000 euros en la construcción de este nuevo comedor, que cuenta con todo lo necesario para el almuerzo diario de 160 alumnos con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años de edad (Educación Infantil y Primaria). «Hacemos dos turnos de ochenta alumnos para comer», explicó ayer la directora del colegio de la barriada de Las Torres, Charo Montalvo. «Primero comen los pequeños, que suelen tardar más, y luego los mayores». «Es más cómodo para ellos y también para poder controlarlos tanto en el comedor como en el patio», añadió. El comedor se ha inaugurado con todo el personal necesario: monitores, cocineros y ayudantes.

Antes de que se pusiera en marcha, el servicio de comedor ya estaba completo: «Tenemos algunas solicitudes pendientes, pero son pocas», aclaró la responsable del centro escolar.

El CEIP Sagrada Familia ofertó el comedor para este curso a sus alumnos aunque, finalmente, no han podido disfrutarlo hasta el segundo trimestre. Como ya anunciara este medio en su momento, según el delegado provincial de Educación, Manuel Brenes, el comedor formaba parte del proyecto de remodelación del centro, dentro del Plan Mejor Escuela (2008/09) por lo que «se trata de una anticipación y no de un retraso». Los albañiles terminaron su tarea a mediados de diciembre, aunque el equipamiento y las inspecciones pertinentes no pudieron realizarse antes de que los alumnos comenzaran las vacaciones navideñas.

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