Bush solicita a Israel que elimine sus enclaves ilegales en Cisjordania
El presidente de EEUU se reúne con el primer ministro israelí en el inicio de una gira para impulsar las negociaciones de paz que mañana le llevará a Cisjordania, donde se entrevistará con Abbas
JERUSALÉN Actualizado: GuardarEl presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha afirmado que los enclaves isralíes ilegales en Cisjordania "deben ser eliminados", tras su reunión con el primer ministro israelí, Eduh Olmert, que ha recibido al mandatario a su llegada a Israel en una gira para impulsar las negociaciones de paz comprometidas en la conferencia de paz de Annapolis y que deberían culminar a fin de año con un acuerdo.
La visita, que durará tres días y llevará también al mandatario a Cisjordania, es la primera desde que Bush iniciara su mandato presidencial, aunque no se esperan grandes avances. Sin embargo, el presidente americano se ha mostrado optimista y ha asegurado que existe una "nueva oportunidad para la paz en Tierra Santa"
Bush ha señalado que éste es un momento "histórico" y se ha declarado "optimista" de que las dos partes puedan alcanzar un acuerdo de paz antes del fin de su mandato, dentro de un año y ha adelantado que mañana, jueves, preguntará al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, qué pretende hacer para detener el lanzamiento de cohetes artesanales desde Gaza hacia el territorio israelí. Abás no tiene control sobre esa franja costera, que está en manos del grupo islamista Hamás, subvencionado por Irán.
La segunda parte del viaje programado por la Casa Blanca incluye Kuwait -donde viajará el próximo viernes-, Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Egipto, donde pretende dar garantías a sus aliados de que EEUU está decidido a mantener su seguridad y reforzar los lazos con esos países para aislar a Irán antes de regresar a Washington el próximo día 16.
El viaje está rodeado de medidas extraordinarias de seguridad para impedir que ningún seguidor de Al Qaeda cumpla los deseos expresados por la red terrorista en un reciente vídeo y atente contra Bush. Más de 10.000 efectivos están desplegados en Jerusalén, mientras que otros 4.000 se ocuparán de la seguridad en Ramala, donde Bush se reunirá mañana con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y otros líderes palestinos.
Irán, el gran escollo
La gira por Oriente Medio se produce en un momento de gran tensión en las relaciones con Irán, agravadas tras las amenazas que el pasado domingo realizaran varios barcos de la república islámica a tres buques estadounidenses ubicados en el Estrecho de Ormuz, en el Golfo Pérsico.
En la ceremonia de llegada, Peres ha dejado claro la importancia del tema para Israel, cuya destrucción ha pedido el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad. Peres ha indicado a Bush que "aceptamos su recomendación de no subestimar la amenaza de Irán. Irán no debería subestimar nuestra determinación de defendernos". El presidente de EEUU, sin embargo, ha usado términos más vagos al destacar que a su país e Israel les une una "fuerte alianza", que "garantiza la seguridad de Israel como un Estado judío".
Bush dedicará el día de hoy a reuniones con Olmert y Peres, quienes enseñarán a Bush fotografías, vídeos y otros documentos que a su juicio demuestran que Teherán continúa con su programa para fabricar una bomba atómica, según fuentes israelíes. En cambio, las agencias de inteligencia estadounidenses afirmaron en diciembre pasado que Irán detuvo ese programa en 2003 por la presión internacional.
El mandatario ha reconocido que ese informe ha causado "confusión" en Oriente Medio y que usará su gira para recalcar que Teherán sigue enriqueciendo uranio y podría reiniciar su programa militar en cualquier momento.
Difícil acuerdo
Pese a los esfuerzos de las partes implicadas, muchos analistas creen poco probable que se logre un acuerdo sobre un Estado palestino viable antes del fin del mandato de Bush, que acaba en enero de 2009. Estas dudas se deben a la capacidad del mandatario de ser serio en su compromiso y su capacidad de actuar como un agente imparcial entre israelíes y palestinos.
Bush ha aclarado que no tiene previsto ejercer una participación tan personal como la sostenida por su predecesor, Bill Clinton, que finalmente no llevó a ningún acuerdo de paz.
Bush espera reunir apoyo para ayudar a contener a Irán, rival de Estados Unidos, una meta que cobró importancia tras la confrontación entre naves iraníes y estadounidenses en el Estrecho de Ormuz durante el fin de semana. Bush ha asegurado hoy que Irán cometió un "acto de provocación" en el Estrecho de Ormuz cuando los botes de alta velocidad iraníes se acercaron a tres buques del Ejército de Estados Unidos y los amenazaron.
Refuerzan las medidas de seguridad
Bush bajó en solitario del Air Force One, el avión presidencial, ya que su esposa, Laura, se quedó en Washington y fue recibido por el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y el presidente del país, Simón Peres, hombres a los que conoce bien y que le dieron la bienvenida con sonrisas y satisfacción al único país en Oriente Medio donde Bush tiene buena prensa.
Rodeado de mandos militares israelíes y una guardia de honor, el presidente dio la mano a una larga fila de parlamentarios, diplomáticos y líderes eclesiales de las diferentes religiones que comparten la custodia de los lugares santos, que Bush visitó como gobernador de Texas en 1998.