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Valdés El carnavalero de Salesianos

El Sheriff, Martínez Ares, Aragón,... todos tienen en común, además de ser autores de renombre del Carnaval, su paso por el colegio Salesianos de Cádiz. Pero, sin duda, el máximo exponente, hoy por hoy, de esta pequeña factoría de coplas que es el centro educativo de Extramuros es José Manuel Valdés. A su protagonismo en la fiesta como aplaudido autor de letra en las últimas ediciones del Carnaval, se le suma su papel de profesor en activo del colegio de Don Bosco.

RAFAEL PIÑERO
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Aunque desde que comenzó el milenio, Valdés no ha sacado ningún cuarteto y su nombre ha estado ligado al mundo de los coros, sus orígenes son cuarteteros. En 1996 consiguió reunir sobre las tablas del Falla al Libi, al Masa y al profesor Peña cosechando un importante éxito con Aquellos maravillosos años. Después llegarían Los auténticos micromachines y Se dan clases de latín, precio a convenir con los que se volvió a llevar el segundo premio. Incluso antes de saltar al coro dejó huella en la chirigota haciendo la letra del conjunto de los hermanos Carapapas en el 2000 con Los clásicos básicos y cinco años después con Un bote pas tó.

En 2001, junto al Libi y Manuel Guimerá, empieza su faceta como corista a pesar de que «le resulta más difícil escribir un tango que una parodia». Su obra maestra, Muerte al Gordo, revolucionó la modalidad de los coros. Esos hinchas de fútbol del Cádiz y del Atlético rompieron moldes con un tipo chirigotero y un repertorio insólito en la modalidad dado más a la seriedad que a la juerga que montaban cada vez que actuaban. El desparpajo y la concepción humorística de entender el coro, le costó las críticas de los más puristas que lo acusaban de ser un chiricoro. No obstante, Muerte al Gordo fue el coro del que más se habló aquel Carnaval y en la plaza cientos de jóvenes seguían su batea. Tras un año de descanso, reaparecía con www.nosvemosenlaplaza.com...fianza. Disfrazados de mujeres de coristas se metieron tanto en el tipo como en la final. Después de romper en hueso con los famosos Shin shan, Coro mixto recuerdo de Cádiz consiguió el cuarto premio. En 2006, se saltó las reglas demostrando una vez más su particular manera de entender la modalidad con un repertorio desenfadado.

Este año vuelve a la carga con su séptimo coro de la mano de Guimerá con el que ha formado matrimonio carnavalesco distinguido por el tango beduino. Con El Portal de Jerez volverá a crear afición entre los más jóvenes dándole el toque cuartetero. Y es que los viejos cuarteteros nunca mueren.