Los populares acusan al presidente del Gobierno de querer imponer su «moral y fe»
El PP acusó al presidente del Gobierno de pretender imponer a todos los ciudadanos «su forma de ver la vida, la moral y la fe», como, a su juicio, se ha podido comprobar en la polémica que mantiene con un sector de la jerarquía eclesiástica crítico con su política social. La confrontación entre el ala más conservadora de la Conferencia Episcopal y el Ejecutivo no decrece y vivirá hoy un nuevo capítulo con el debate en el Congreso sobre la comparecencia de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, para que explique las relaciones Iglesia-Estado.
Actualizado:La ácida respuesta de José Luis Rodríguez Zapatero a los cardenales más beligerantes con su política motivó que la prudencia del PP en la controversia dejara paso ayer a un claro respaldo de los populares a los obispos. El jefe del Ejecutivo reclamó el pasado domingo a ese sector de la Iglesia que no pretenda hacer imposiciones en materia de «fe, moral y costumbre», y el portavoz de Asuntos Exteriores, Gustavo de Arístegui, reclamó al jefe del Ejecutivo «respeto» con quienes no piensen como él.
El dirigente popular dijo en la Cope que las palabras de Zapatero evidencian que «no respeta a quienes piensan diferente» sobre sus criterios éticos y morales, con lo que olvida que es «el presidente de todos los españoles».
Libertad de expresión
Su respuesta a los obispos, dijo, pone de manifiesto su deseo de imponer «su forma de ver la vida, la moral y la fe» a toda la sociedad sin tomar en cuenta que el criterio de esa jerarquía «representa a una parte nada desdeñable» de la población. El responsable de asuntos económicos del PP, Miguel Arias Cañete, también arremetió contra el presidente del Gobierno al que preguntó si se cree con derecho a «dar patentes de democracia o libertad de expresión» en todos los órdenes de la actividad pública.