La secretaría técnica azulina pretende fichar de manera inminente

«Hay que firmar ya». Con esa premisa trabaja la secretaría técnica del Xerez Deportivo desde que el pasado domingo el conjunto azulino cayera hasta lo más profundo de la tabla de clasificación. La situación del equipo jerezano es más que crítica, pues ni el cambio de entrenador, ni el nuevo año, ni las renovadas intenciones han impulsado a una plantilla que ya no puede caer más bajo.

Además, la afición, obviamente, está muy preocupada, por lo que el club pretende dar un pequeño golpe de efecto a modo de fichaje para levantar los ánimos. La intención es cerrar alguna incorporación antes de que acabe la semana. De hecho, en cuanto haya algún jugador al alcance, la secretaría técnica azulina tiene el firme propósito de cerrarlo. El principal problema con el que se están encontrando los hombres de Miguel Ángel Rondán es que el mercado de Primera División -objetivo prioritario de los azulinos- no se está moviendo. Los equipos de la máxima categoría del fútbol español no quieren desprenderse de ninguno de sus jugadores hasta no tener atado un posible recambio. Circunstancia que no se está produciendo hasta la fecha salvo en el Valencia y poco más.

Uno de los mares en los que los azulinos querían pescar era en el del Levante. El problema con el que se ha topado Rondán es que por allí las aguas están demasiado revueltas, pues tienen numerosos problemas internos. Los agobios económicos los asfixian, la situación deportiva es más que preocupante pues todo el mundillo les da por descendidos y pretenden realizar muchas incorporaciones, pero las numerosos denuncias de los jugadores que no han cobrado se lo impiden. Por ello, de momento las puertas de salida están cerradas tanto para José Emilio Viqueira como para Álex Geijo. Dos de los futbolistas que los xerecistas pretendían repescar. Pese a lo dificultoso de la operación, la secretaría técnica azulina aún no las ha descartado totalmente. Eso sí, al comprobar que esa puerta está prácticamente cerrada, ha comenzado a llamar a otros timbres, por lo que la realidad ayer, era que estos dos jugadores están más lejos que cerca del vestuario azulino.

Sí tiene claro la directiva azulina, que si su economía de guerra se lo permite, traerá a un descarte de Primera División. En el peor de los casos, y si no encuentra nada en el mercado nacional, será el momento de plantearse la incorporación de uno de los jugadores extranjeros que vienen siguiendo durante estos meses. En tal caso, el inconveniente sería el pasaporte, pues en estos momentos los azulinos ya tienen cubiertas todas las fichas de extracomunitarios, e incluso se ha visto obligado a ceder a Gustavo Pinedo al Rota. Un central brasileño que milita en la Primera División de su país, es uno de los hombres a los que más se ha vigilado durante estos meses.

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