Tras el huevo de Manu tara
La llegada de la industria del cine a la isla ha logrado multiplicar los precios por 30 (todo llega a Rapa Nui por avión o en el mercante mensual) y el número de turistas que se desplazan hasta Pascua. Pocos. Apenas 30.000 cada año (la mayoría japoneses y gringos llegados desde Tahití en el vuelo semanal). Porque, la verdad, explica Les, si no se es antropólogo o espeleólogo, en Rapa Nui hay muy poco que hacer. La isla apenas tiene 165 kilómetros cuadrados y un único emplazamiento poblado, Hanga Roa. Así que el plan es visitar los moais y, ya que el clima tropical lo permite, darse unos baños en las dos playas de arena blanca de la isla. O en Anakena, donde se supone que desembarcó el rey explorador Hotu Matua. O en Ovahe. Los nativos aconsejan usar la primera, porque es la única que dispone de una disuasoria red para mantener a raya a los tiburones. «Los rapanuis se sienten aislados. Hace poco que pueden ver la televisión; eso les ha descubierto un nuevo mundo y ha disparado los casos de suicidios entre los jóvenes. Sienten que están en una cárcel», asegura Les.
Actualizado: GuardarAngostas cavidades
Él y sus compañeros prefieren las estrechas y angostas cavidades de la isla. Estrechos tubos, túneles y galerías repletos de cucarachas y restos humanos que ellos recorren una y otra vez para cartografiar las cuevas y preparar mapas en tres dimensiones que les han permitido conectar unas galerías con otras para dar sentido a este dédalo polinésico. «En las dos campañas anteriores hemos descubierto unos 3 kilómetros de cuevas; es el complejo volcánico más grande de Rapa Nui y de Chile», explica un portavoz del grupo bautizado en memoria del espeleobuceador Alfonso Antxia, fallecido mientras estudiaba el afloramiento burgalés del Pozo Azul.
Les y sus compañeros lucen estos días unas extrañas crestas en la parte trasera de sus cabezas. Algunos completarán la mata de pelo con extensiones. El objetivo no es otro que ceñirse el tocado y las plumas rituales de los rapanuis para poder participar en los festejos que se celebrarán en la isla durante las dos primeras semanas de febrero. Desde 1968 se desarrolla la Tapati Rapa Nui, una especie de competición tradicional donde los jóvenes miden sus fuerzas (carrera, natación, carga...)
Este año volverá a desarrollarse el Koro Take, la fiesta del Hombre Pájaro (Tangata Manu) en la que los guerreros (matato'a) aspiran a ser los primeros en encontrar un huevo del pájaro Manu tara en el islote grande (Motu Nui) y a transportarlo nadando en la mano, la misma competencia que Costner llevó al cine en Rapa Nui.