Cría obispos
La frase es de Gaspar Llamazares y a mí me parece un acierto literario: «Cría obispos, que te sacarán los ojos». Me ha gustado tanto que me he puesto a cavilar otras parecidas e inspiradas igualmente en el refranero español: «Obispo que no has de beber déjalo correr», «a obispo regalado no le mires el diente» Llamazares reconoce con ese comentario que en la legislatura que ahora concluye el Gobierno no sólo no le ha tocado un pelo a la Iglesia sino que incluso la ha favorecido en el nuevo Concordato que firmaron ambas instituciones el 22 de septiembre de 2006. Además de subirle del 0,52% al 0,70% la cuota del IRPF que cobra de las declaraciones fiscales se eludía la fijación de ese plazo que ya dábamos por hecho en el horizonte de la segunda década de nuestro milenio para que el Estado se desentienda de una vez de la financiación de la fe católica. La única mala noticia para la Conferencia Episcopal en el desarrollo de esa negociación era la desaparición de la tradicional exención del pago del IVA por la adquisición de bienes e inmuebles, pero eso era una imposición de Bruselas y no de La Moncloa. Eso es una medida elemental de higiene de la Unión Europea como las que nos obligaron a la regulación del control sanitario en la venta callejera de alimentos.
Actualizado:Llamazares se pone ahora a reprochar a Zapatero la cría clandestina de obispos. Lo que sucede es que es un poco tarde para reconocer un hecho que a Llamazares no le preocupó en su día y del que no ha querido hacer la menor sangre a lo largo de toda la legislastura. «A buenas horas mangas verdes y banderas rojas» hay que responderle a Llamazares ya que le gustan tanto los refranes. Como los dos deben explicar si hay relación entre una y otra. Y es que no se puede hacer el papel de comecuras en Madrid y el de meapilas en el País Vasco. No se puede estar comulgando con Setién, pidiéndole las llaves para montar guateques o merendolas en los locales parroquiales y luego ir por la Corte de rojeras. Como no se puede en el caso del PSOE pactar la paz con la Iglesia y para que no se note demasiado ese apoyo cantar a todas horas el himno de Riego contra las monjas y frailes. Y porque no hay contradicción si el que cría cuervos es otro cuervo, si el que cría obispos es más obispo que ellos.