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El capitán se asienta en el centro de la defensa
Vicente Moreno se acostumbra a su nuevo puesto y ya conforma una sólida, pero lenta pareja con Bajic
Actualizado: GuardarVicente Moreno ha perdido su puesto en el centro del campo para ganarlo en la medular de la defensa. No ha sido una mala actuación ni un buen compañero lo que ha borrado al capitán azulino del doble pivote xerecista. Más bien la necesidad defensiva es lo que ha hecho que Casuco tire del valenciano para paliar las fugas defensivas de un equipo al que no le paran de nacer problemas: cuando logra ponerle el parche al sistema defensivo acaba dejando cojo el ataque y viceversa. La cuestión es que la máquina azulina nunca parece estar completamente engrasada y de momento, Vicente parece haber sido la mejor de las soluciones que el preparador azulino ha encontrado en la plantilla azulina. Héctor Verdés se quedó en el banquillo y Miki Roqué -muy flojo en su oportunidad copera en Huelva- ni tan siquiera entró en la lista de convocados. Ni mucho menos la naturaleza de Moreno es la de un central. Casi todas las faltas que puso en movimiento las regaló, sus incorporaciones al ataque pudieron generar -en esta ocasión- más problemas que beneficios, aunque es cierto que cortó limpiamente muchos balones. Siempre ha tenido un carácter defensivo, pero al veterano xerecista le falta una chispa de velocidad. Algo que trata de cubrir con velocidad. Ayer en el Santo Domingo no pasó demasiados apuros. Mario Bermejo, desaparecido durante todos y cada uno de los minutos que estuvo sobre el terreno de juego, le dio muy poco trabajo. Moreno sólo le tuvo que ganar la posición en un par de ocasiones para anular al delantero del Poli Ejido.
Demasiado fácil para un capitán azulino que sí sufrió de lo lindo con su tocayo Moreno en el tramo final del encuentro. Y es que cuando el cansancio comenzó a hacer mella en las piernas y los pulmones de Vicente, fue cuando más entonado estuvo en Moreno del conjunto celeste. A base de velocidad y bicicletas logró dejar en evidencia al brazalete de los xerecistas. De hecho, en una de esas el atacante del Poli generó una de las ocasiones de mayor peligro a favor de los locales.