El Arcos se deja dos puntos a balón parado ante el Pozoblanco

Entretenido partido entre Arcos y Pozoblanco, sobre todo en su primera mitad, en el que las ocasiones se sucedieron para uno y otro equipo y en el que se produjeron alternativas en el marcador. En la segunda mitad, el cansancio acumulado y el miedo a perder de dos equipos necesitados de puntos provocó que la intensidad del choque decayera. Los cambios introducidos por los entrenadores no consiguieron el efecto revulsivo que se buscaba y las ocasiones fueron prácticamente inexistentes, para llegar al final de los 90 minutos con un empate que no contentó a ninguno de los dos.

Arcos y Pozoblanco rompieron su racha de dos derrotas consecutivas y firmaron un empate a dos goles que también les sirve a ambos equipos para reencontrarse con el gol. Las tablas no han satisfecho a ninguno de los dos, el Arcos porque necesitaba los tres puntos para estar arriba, y el Pozoblanco porque quería sacarse la espina de sus dos derrotas anteriores en el Antonio Barbadillo. Ni uno ni otro consiguieron lo que se proponían pero lo intentaron en la primera parte, llena de ocasiones.

Gol tempranero

Al tempranero gol del Arcos respondió el Pozo con un despliegue ofensivo por todo el campo. Los locales salieron con las pilas puestas, dispuestos a resolver por la vía rápida como la pasada temporada. Antes del gol ya se habían acercado con peligro en dos ocasiones, que eran el preludio al gol local de Ávila en combinación con Henares, que dejó sólo al Malagueño para que anotara. El tempranero gol espoleó al Pozoblanco, que comenzó a acercase al portal de Melli en jugadas por la banda a cargo de Isidro y Yoyo, pero sus pases no encontraban rematador. El potencial a balón parado del Pozoblanco, con Alberto y Pablo Niño, tenía que decantar la balanza para los pozoalbenses. Y una falta ejecutada por Alberto igualaba la contienda.

El Arcos acusó el mazazo y se repuso mediante pases largos y lanzamientos en velocidad, pero el Pozoblanco frenaba el impulso local con su superioridad en la medular, gracias a la gran actuación de su doble pivote y el dominio de balón de un genial Pablo Niño que ponían en aprietos a la defensa local, pero donde la puntería visitante dejó que desear. Antes del descanso, el Arcos, en la mejor jugada de todo el partido en una triangulación entre Bello Venegas y Ávila, es culminada por éste con un disparo a portería que Acaíñas desvió sin querer dentro de las mallas.

La segunda mitad fue bastante distinta, no se vio un fútbol tan vistoso pero de nuevo el Pozoblanco a balón parado ponía las tablas en el marcador, en un gol originado por la lesión del central Mere, que tuvo que ser sustituido por lesión y dejó a su marca Silva, que remató el corner a placer.

El Arcos quería pero no podía, sin acierto, mientras que el Pozoblanco salía al contraataque pero fallaba en el último pase y no era capaz de darle la puntilla al equipo gaditano.

El cansancio físico pasó factura en la segunda mitad y los cambios no aportaron las soluciones que deseaban los entrenadores. Apenas hubo ocasiones claras para decantar el resultado en cualquiera de la direcciones.