El Algeciras comenzó ayer ante el Cartagena su peregrinar a Tercera
El equipo de Montes hace otro pobre partido y continúa como colista Los rojiblancos se quedaron con nueve por expulsión de Curro y Chietino
Actualizado:Un proverbio chino dice que «un viaje de 10.000 kilómetros comienza con un primer paso». Hay que reconocerlo, y el que no quiera verlo es porque está ciego. El Algeciras empezó ayer, de manera oficial, su camino a la Tercera División, aunque ya lleva varias semanas haciendo las maletas.
Y es que a este equipo no lo salva nadie, pues la solución pasa por cambiar sustancialmente el vestuario, cosa que no se puede hacer por las causas ya conocidas, por lo que es mejor ir pensando en el descenso como mal menor, pues el fantasma de la desaparición planea cada vez más insistentemente por el Nuevo Mirador.
Aunque parecía difícil superar el listón de la negatividad, ayer los jugadores rojiblancos lo consiguieron con creces en otro horripilante partido para el que se han agotado ya los adjetivos calificativos.
Resulta complicado escribir esta crónica, entre otras razones porque de los 90 minutos del choque no se puede contar nada, absolutamente nada.
La ineptitud, la impotencia, el desinterés y la apatía de los jugadores locales hicieron que el equipo deambulara como alma en pena por el rectángulo de juego siendo un auténtico pelele en manos de un Cartagena que, viendo lo que tenía enfrente, ni se preocupó dejando correr el tiempo y aprovechando la oportunidad que le llegó en el minuto 24, cuando Molinst le robó la cartera a la defensa rojiblanca, se plantó solo delante de Javi Cuadra y lo fusiló.
Cuatro minutos después los locales se quedaron con diez por una acción de Chietino, que se autoexpulsó con una absurda agresión a Cabrera.
Antes, mucho antes, los de José Luis Montes habían tenido la primera y única ocasión de la primera mitad en sendos disparos de Francis Flores, que repelió el poste derecho de la portería cartagenera, y el posterior de Ortiz, que sacó la defensa.
Con dos menos
Eso fue todo lo interesante. Bueno, eso y la percepción que se vivía en las gradas de que el conjunto rojiblanco no iba a a ser capaz de remontar el resultado, lo que propició que algunos aficionados se fueran cuando el ceutí decretó el primer camino a los vestuarios.
La previsible bronca de José Luis Montes en el vestuario tuvo un efecto gaseosa, ya que sus pupilos salieron algo más enganchados al partido y hasta tuvieron la oportunidad para empatarlo en una melé dentro del área la que ni Manu ni Ortiz acertaron a marcar.
Fue la segunda y última ocasión del Algeciras, ya que posteriormente y siguiendo su línea habitual, Curro se ganó dos tarjetas amarillas en tan sólo seis minutos y dejó a los suyos con una inferioridad numérica insultante que hizo pensar ya no en la remontada, sino en intentar no encajar una goleada.
Un tanteador abusivo que no se produjo porque Dios no quiso, ya que el Cartagena, ante la decisión de Montes de quitar a Ortiz y meter a May formando dos líneas de cuatro delante de Javi Cuadra, fue el auténtico dominador del choque y gozó de ocasiones para haber conseguido, cuando menos, otro par de goles.
Al final lo de siempre, el público indignado, los jugadores con la moral por lo suelos y otros tres puntos que se van del Nuevo Mirador ante un equipo que hizo realmente poco para conseguirlo pero es que este año, en el coliseum algecireño, el rival tan sólo tiene que salir al campo para ganar los puntos.
Dentro de siete días el Aguilas CF y, como seguimos teniendo los mismos mimbres, pues volveremos a hacer el mismo cesto.